Hemos comido…en Marisquería Adolfo, en Comillas, hace no mucho que se acercó mi hija a comer y le gustó tanto que nos dio envidiuca.
Marisquería Adolfo es mi refugio pescatero en la zona de Comillas, siempre ha cumplido ampliamente con un alto nivel en calidad de producto, si te dejas llevar por el producto del día no falla.
Como es tradición en el lugar, nada más sentarte te plantan un plato de patatas fritas, para que se haga más llevadera la espera. Las patatas son un gran aliciente, un puñetero vicio, todas las que te pongan se te va a hacer pocas.
Tomamos para empezar unos bocartes fritos aptos para celiacos y acompañados de un tomate que merecía la pena. Un comienzo muy interesante a la par que gustoso. Bocarte fresco y de buen tamaño, justo de punto.
Continuamos con unos percebes del Cantábrico. Un percebe terciado de tamaño mediano, por aquí es difícil encontrarlos mayores. Recién cocidos, calientes como a mí me gusta y bien de sal, como son estas cocciones. Un lujazo y, al igual que las patatas, todos los que te pongas son pocos, eso sí, la calidad de estos no deja lugar a dudas, buenos no, lo siguiente.
Para terminar un besugo. Este es uno de los pescados fetiche de este lugar, siempre que lo tomamos aquí nos satisface y, de hecho, creo que es únicamente aquí donde lo tomamos. Pescado fresco, terso, de gran sabor. Este último no era muy grande, pero ya íbamos bien de comida, a sí que resultó un final perfecto.
De postre tarta de hojaldre de las clásicas de Torrelavega, muy fresca, algo que se nota en lo crujiente del hojaldre.
Un buen RCP en un lugar muy recomendable.