Hemos Comido…en Bodega La Montaña, un lugar que nunca falla con más de 25 años dando el callo.
Sus menús aúnan buen producto y buen precio. Hay algo que aquí siempre me tomo antes de comer, unas banderillas que prepara Yolanda y que están de quitar el hipo.
El salmorejo es una de las elaboraciones fetiche del lugar. De buen tamaño, fresco que no frio y con marcado sabor a delicioso aceite de oliva.
El otro comensal optó por las lentejas, con buen compango y unas ricas piparras. Me hizo saber que las lentejas eran de las que se comen, no de las que se dejan.
En los segundos coincidimos, bocartes rebozados con unas patatas pochadas y algo de ensalada, buena lechuga bien cortada y un tomate decente dada la época.
No hubo postre, sí café.
Por El Mule