Hemos Comido…en Los Infantes, tenía curiosidad con el cambio de ubicación.
Enero 2017. Tenía curiosidad pues no me sonaba haber visto en Antonio Maura ningun sitio donde se pudiera ubicar el restaurante, al final resultó que yo lo hacía más lejano del Sardinero de lo que en realidad está.
El local me gusta bastante más que el anterior, es más íntimo, menos desangelado, en anterior estaba como muy de cara a la calle, y la terraza por supuesto. A mí no me gusta nada comer en la calle pues conlleva muchos más inconvenientes que satist¡facciones, prefiero comer en una local bien acondicionado.
La cocina continua igual que la habíamos conocido, cocina artesana de calidad, tradicional y con producto de muy alta calidad, todo sigue igual que en mi última visita el verano anterior.
Para hacer más llevadera la espera me sirvieron una mantequilla con frutos secos y un aceite de oliva virgen, acompañado de unas rebanadas de pan tostado; también me sirvieron una mousse de anchoas que resultó muy de mi agarado, vaporosa y sabrosa. Acompañado de un cava, una única copa de cava con la que empecé y terminé de comer, ese día no había sed y lo más importante, había que conducir después de la comida.
Comencé con unas habitas con zamburiñas. Unas habas regadas con aceite de oliva suave que no ensombrecía el sabor de las habas, acompañaban unas, ligéramente tocadas por la plancha o sartén, zamburiñas. Todo el plato muy ligero de sal, algo facilemente compensable con la sal negra que bordeaba el plato en el que se servía la ración. Me gustaron.
De segundo perdoné al rey de los arroces de Santander, por esta vez y sin que sirva de precedente, y me suscribí a algo muy similar a un arroz pero hecho con pasta, una fideua de marisco. La pasta acompañada de una buena cantidad de marisco y con un buenísimo sabor a este, jugosa y generosa, aunque al final me acabé la generosísima ración, me costó.
El lugar merece la pena de todas todas, no hay ningún pero posible, ni en el servicio ni en la cocina, las raciones son generosas y el precio acorde a la calidad.
Por cierto, la nueva ubicación a mí me gusta más, más recogida e íntima, han mantenido lo mejor de la otra ubicación y han mejorado el lugar.