Hemos Comido…en Melly, en casa de Juan Angulo, polifacético escritor, gastrónomo, sumiller y muchas cosas más.
Hay una serie de acontecimientos gastronómicos a lo largo del año que son ineludibles, dos de ellos tienen lugar en este atípico restaurante. Una de ellas son las Jornadas Fariña y Caracoles, y otras estas Jornadas de Calcots, donde Juan nos acerca a la la gastronomía catalana.
Qué mejor compañero de fatigas para unos calçots que un cava, en esta ocasión Anna de Codorníu, un vino que conocemos de otras ocasiones.
Al calçot le acompaña una parafernalia poco común en la cocina, habitualmente se hacen en una hogera, pero esto resulta un poco complicado en un restaurante, en Melly se hacen a la plancha, pero se sudan en periódicos y se limpian con las manos; suelen acompañarse de una salsa romesco o de ali oli, a mí la verdad es que me gustan solos, estan suficientemente ricos.
Continuamos con butifarra con patatas fritas, algo también muy catalán. Una ración que procuro repetir todos lo años, ya que es la única ocasión que tengo para tomar este embutido, que es muy de mi agrado, las patatas estaban de vicio.
Continuamos con un cocido montañés, otra de las cucharas que en Melly hacen de rechupete y del que dimos buena cuenta, cayeron un par de platos por cabeza.
Nos llegó el chivatazo de que tenía los primeros bocartes del año y fue algo a lo que no pudimos resitirnos, ya sabeis, el pecado de la gula.
Qué más os puedo decir, mejor imposible. cocina cantabro-catala al 50%.
Membrillo con queso de La Jarradillo, no podíamos tener mejor final.