Hemos Comido…en la antigua sidreria de Liendo, hoy conocido como Ambigú.
Sus amplios comedores, así como su terraza y el pequeño espacio reservado en el local para que los más pequeños puedan jugar mientras sus padres comen tanquilamente, un acierto.
Una antigua sidrería, totalmente reformada, con una decoración diferente que llama la atención por su diseño, en la que se han utilizado materiales reciclados que aportan un aire retro, además de los muebles y complementos, algunos de ellos reutilizados.
En Ambigú, Elena Frías y su equipo, ponen ciertos toques de autor a una cocina tradicional de mercado. Ambigú dispone de servicio de cafetería y restaurante en horario ininterrumpido, desde las 09.30 horas, pudiendo desayunar, picar algo, comer a la carta, tomar un café, una copa o cenar. Todos los sábados, después de las cenas, Ambigú se convierte en un espacio donde tomar unas copas premium con la mejor música.
Cada día, además de los platos de carta, recomiendan nuevas sugerencias como guisos, platos de cuchara, arroces (también por encargo), pescados frescos del día, etc.
De su carta recomiendan, anchoas en aceite de oliva, jamón de bellota ‘gran reserva’ Pedroches, micuit con tostas y mermelada de higo, pulpo a la gallega sobre cama de patata, carpaccio de solomillo; rape o merluza a la romana; chuletón, cordero lechal asado (por encargo), foie con manzana caramelizado, solomillo y postres como los higos confitados con helado mascarpone, coulant de chocolate o el hojaldre de la casa.
Comencé tomando un carpaccio de solomillo. Cortado a las mil maravillas ni fino ni gordo, muy buen sabor y una ración maja de tamaño, acompañado de unas lascas de queso, demasiadas para mi gusto, pero eso no es un problema se retiran y ya está. Una ración recomendable.
Se segunto tomé rape a la plancha. La ración se me hizo escasa, filetes de rape muy finos acompañados de una ensalada bien aliñada y de un pimiento de bote. Sigo diciendo y pensando lo mismo en lo referente a este tipo de pimientos, es preferible que no los pongan a que te sirvan uno frío de la cámara en el plato; no cuesta nada pasarle por la sartén y calentarle. La presentación de un pimiento frío de cámara a mí me resulta un síntoma de dejadez. La ración se me hizo escasa y el pescado lo he comido mejor.
Brocheta de frutas. El plato son dos trocitos de plátano, otros dos de piña y dos fresas, ensartadas en un palo, vamos una brocheta, con la cercanía de dos recipientes con chocolate y nata. Nada del otro mundo, una presentación diferente a una escasa macedonia.
En resumen, el lugar se me hizo, «justito». Quizás me equivoqué al pedir, el carpaccio muy bueno, el rape escaso y no «muy allá», la brocheta también. El precio se me hizo abultado para la comida, en una próxima cita veré si acierto más con qué pedir, pues en general las referencias sobre este restaurante son buenas.
Barrio Hazas 39776 Liendo 942643212