Hemos Comido..en esta taberna al más puro estilo madrileño, famosa por sus callos y cocido.
Esta taberna madrileña situda en el corazón de Puertochico recuerda por sus maneras y fotos del Madrid antiguo a los típicos bares madrileños de la Cava Baja, una de las zonas de tapas y vinos más famosas de la capital del reino.
Anteriormente este local había sido el mesón Molnedo y posteriormente El Trastolillo. El propietario es un experto hostelero venido a provincias en busca de un poco de paz y tranquilidad. Su idea no es otra que dar de comer y cenar a modo de picoteo una serie de interesantes y tradicionales raciones al más puro estilo madrileño.
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En su carta hay unos 30 platos, tostas aparte. No faltan clásicos madrileños como los champiñones al ajillo con gambas, los callos a la madrileña, muy ricos, los huevos rotos con jamón y varias tablas de selectos embutidos ibéricos y quesos. Interesantes raciones como unos espárragos trigueros a la plancha con jamón, el pastel de cabracho, el foie de pato con miel y cebolla confitada, el solomillo de cerdo a la parrilla con salsa de queso ó unas muy buenas croquetas de jamón ibérico y unas lascas de foie con virutas de cecina.
Reunidos de una parte los comedores de grasa y de otra las féminas, por imposición decidimos acercarnos a picar algo a La Taberna de Madrid, ya conocida de otras ocasiones en las que habíamos comido el famoso cocido que resultó de nuestro agrado.
En esta ocasión optamos por los callos y las virutas de foie con cecina, los dos platos muy buenos y en raciones de buen tamaño, el lugar resultó de lo más agradable, cabe destacar la amabilidad y el buen hacer del dueño, así como su simpatía y buen humor. El precio de acuerdo con lo servido, muy ajustado, un lugar recomendable
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Casimiro Sáinz, 11 39004 Santander 942760444