Hemos Comido…en Coruña, en el local más clasico de la ciudad, un restaurante que nunca defrauda pidas lo que pidas y que es uno de los mayores representantes de la cocina burguesa gallega.
Abril 2018. Venir a Coruña y no comer en La Penela no tiene perdón, la calidad de sus elaboraciones es incuestiuonable y aunque repita cada vez que vengo eso es realmente lo que busco, repetir. Por mucho que lo haga siempre me asombra la calidad de todas, absolutamente todas, sus elaboraciones.
Las cenas de vacaciones suelen ser mucho más frugales que las comidas, debido a que estas suelen ser bastante opíparas en general y a que con los años no suele apetecerme una gran cena.
Pero en esta ocasión la cena estaba más que justificada, era la última oportunidad de degustar la ternera única que elaboran en este lugar y, aunque no sea tan famoso como esta, el salpicón que es uno de mis favoritos y era algo fresco que me apetecía para complementar la cena.
No es la primera vez que lo pedimos y nos encanta. Un salpicón de lo más básico: rape y langostino, pero no por ello menos atrayente y sobre todo jugoso, sabroso y con un alino perfecto, el punto justo de aceite y vinagre. Acompañado de vegetales perfectamente cortados y unas aceitunas, más algo de huevo cocido, La ración es muy generosa, suficiente para compartir entre dos comensales. Un salpicón extraordinario.
Pasemos al segundo, el objetivo de la visita, la ternera asada de La Penela. Ternera asada en su jugo, de gran sabor, acompañada de patatas asadas en el jugo de la carne. Un conjunto sublime exhultante de sabor, una maravilla incapaz de describirse.
Al final la pequeña cena no fue tan pequeña, no defraudó La Penela, de hecho fue un acierto de todas todas, como siempre y la ternera es única.