La Fonda Europa: cocina catalana con historia en Granollers

Ubicada en el centro de Granollers, La Fonda Europa es uno de los establecimientos más antiguos de Cataluña. Fundada en 1771, ha sido testigo de siglos de evolución culinaria y social. Desde sus inicios como fonda para viajeros, se ha convertido en un referente gastronómico que combina tradición, producto local y una cocina sin artificios.

La propuesta culinaria de La Fonda Europa se basa en recetas tradicionales catalanas, elaboradas con productos de proximidad y técnicas artesanales. La familia Parellada, al frente del negocio desde hace generaciones, ha sabido mantener la identidad del lugar sin renunciar a la evolución. La carta incluye platos que forman parte del recetario popular del Vallès Oriental, como la esqueixada de bacalao, el rosbif con salsa tártara o el clásico mar y montaña.

Uno de los atractivos del establecimiento son sus desayunos contundentes, pensados para comenzar el día con energía. Los “planchaditos” —bocadillos calientes a la plancha— son imprescindibles. Los más populares son los de jamón y queso, crujientes y dorados, y los de jamón ibérico, menos tostados pero igual de sabrosos. Se acompañan con zumo de naranja natural y una selección de repostería casera: apfelstrudel, brownie, tartas del día… Una oferta que combina dulces centroeuropeos con elaboraciones locales.

Durante mi visita, probé dos cenas muy distintas. La primera comenzó con croquetas: una de setas, sabrosa y bien ejecutada, y otra que prometía más de lo que ofrecía. Como plato principal, sepia con albóndigas y pie de cerdo, una combinación que representa el mar y montaña catalán. Aunque no es para todos los gustos, resulta interesante por su contraste de texturas y sabores. El cava brut extra Perlot, elaborado por la casa, acompañó correctamente la cena.

La segunda noche opté por una propuesta más clásica: pan con tomate, esqueixada de bacalao con romesco —una ensalada fría de bacalao desmigado con pimientos, cebolla y una salsa de frutos secos— y rosbif con salsa tártara. El rosbif estaba en su punto, con una salsa bien equilibrada, cremosa y ligeramente ácida. El maridaje fue con un trepat rosado de Sarral, fresco, afrutado y muy agradable en boca.

Un lugar que merece la visita

La Fonda Europa no busca sorprender con técnicas modernas ni con presentaciones llamativas. Su valor está en la constancia, en el respeto por el producto y en la fidelidad a una cocina que ha sabido mantenerse vigente. Es un lugar ideal para quienes valoran la tradición y el sabor bien trabajado.

Por El Mule

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