Hemos Comido….en La Cuchara del Camesa, en Olea, el restaurante tiene algo más que ofrecer que su opción gastronómica.
Es esta ocasión albergaba tres exposicionoes, a cual más singulares. La Cuchara es un lugar al que no me cuesta nada volver, por muy lejos que esté, siempre te espera alguna sorpresa alguna incorporación y las maravillosas ollas que cocinan a diario.
Éramos dos comensales. Yo tomé unas alubias blancas con sepia y verduras, toda una novedad. Es de las ollas que han incorporado recientemente en la carta y que refleja el espíritu de la casa, la estacionalidad. Precisamente nos encontramos en la temporada del cachón y esta olla lo incorpora, junto con una gran cantidad de verduras.
;
El otro comensal tomó una ensalada de tomate rosa de Barbastro. Muy bueno para la época, ensalada diferente con un encurtido de limón y cebolla rosa, buen aceite y orégano. Lo he probado y la verdad es que estaba superior.
De segundo el otro comensal tomó unos filetes de lomo de la casa con salsa de queso y unas patatas artesanas de las buenas, también le gustó este segundo.
Yo tomé cuscus de cordero. Es la primera vez que me gusta esta elaboración, no tan especiado como en otras ocasiones que lo he tomado y con el agradable sabor de unas almendras y granadina. El cordero a su vez perfectamente guisado, muy recomendable, al igual que los primeros.
De postre una tarta de queso con fresas y en otro comensal un helado de la casa de naranja y chocolate, delicioso.
La Cuchara merece como mínimo una visita estacional, siempre hay cambios, nuevas incorporaciones, nuevas ollas, etc…
Y una vertiente cultural, como en esta última visita, tres exposiciones de lo más singulares: madera, plumillas y maderas de deriva.