Hemos Comido…en La Brocheta, yo creo que el decano de la calle Bonifaz, el reino de Jesús Laya.
Julio 2018. Jesús es un grande de la cocina artesanal de Cantabria, lleva en la palestra un montón de años y su cocina nunca se ha quedado anticuada. Es un cocinero que continuamente anda dando vueltas a sus elaboraciones, cómo mejorar, como ofrecer mejor servicio, lo que le da una gran rotatividad a su carta, en la que casi siempre hay novedades.
Su menú del día es de los más demanadados de la zona, debido a su composición que suele variar bastante a lo largo de la semana. En esta ocasión tocó carta y nos sorprendió con un producto de temporada, una ventresca de bonito de buen tamaño, a la que nos apuntamos de inmediato.
Éramos tres comensales y compartimos todo. Tres raciones iniciales, comenzando con un pastel de setas y langostinos que resultó de mi total satisfacción, y no soy muy amigo de este tipo de de elaboracines. El famoso pastel de cabracho (a no ser el que hacía mi abuela) ni fu ni fa, básicamente por que la mayoría de su origen es quinta columnista que digo yo (quinta gama), y no es algo por lo que esté dispuesto a pagar en un restaurante.
Pero este es artesano y resultó de una textura muy agradable y de rico sabor.
Continuamos con un correcto carpaccio. Bueno y básico, buena carne, aceite, pimienta y sal, no necesita más.
Unos ricos calamares a la plancha con una presentación que no había visto nunca. Muy buenos, los calamares son una de las raciones de siempre en La Brocheta.
Para terminar, la reina de la velada, una ventresca, más fresca imposible. Frita por un lado en abundante aceite, lo que la confiere una textura crujiente externa y una textura jugosa interna. En ventrescas de este tamaño no hace falta tener excesivo cuidado con la fritura, ya que suele tener grasa a raudales que les permite mantener la jugosidad. Brutal en todos los sentidos, tres hurras por el cocinero, hip hip…..
Para terminar, solo yo ya que las otros comensales no pueden debido a que son celiacas, una tarta de manzana.
Si os fijais en la nota el precio no puede ser más ajustado, casi el precio de un menú del día por una comida a la carta, es una pena que esté desenfocada pero se ve el importe. Comer a la carta La Brocheta es un lujo al alcance de la mayoría.