Hemos Comido…en Il Boccone, tras su cambio de ubicación y un tiempo sin pasarnos por esta sucursal gastronómica genovesa.
Junio 2017. Es uno de los pocos italianos al que estoy deseando volver, su cocina casera lo diferencia de la mayoría de los restaurantes de su categoría.
Vinos de origen italiano, siciliano, puiglia, etc…
Otro de los grandes recursos de la gastronomía italiana, el mundo del vermut Cinzano y Martini, aunque cualquiera de los dos son vinos industriales con un gran componente de marketing.
Dispone de un menú diario, con unas recomendaciones de plato del día y una amplia carta de oferta casera con elaboraciones diferentes a las habituales cartas de este tipo de cocina.
Las pizzas, diferentes siempre, no son las clásicas hechas por ingredientes, y la mayoría de las veces con verduras y salsas artesanas elaboradas en la cocina del restaurante.
Aquí siempre pido un menú dividido en pequeños pedacitos de cocina originaria italiana.
De primero un clásico de la cocina ligur, encurtidos, paté de aceitunas, mermelada picante, crema de perejil. Dentro de los encurtidos, vegetales tratados sutilmente y con suavidad, seta shiitake, remolacha, berenjena, y foccacia como pan acompañante del menú.
También como entrante naranja, anchoas, alcaparra, aceituna negra y tomillo. Muy bueno, nunca lo hubiera dicho, pero me sorprendió para bien, una dulce naranja y una salada anchoa, perfecto, una elaboración muy presente en las casas del sur de Italia.
Continué con un risotto de tomate y gambas, sin la habitual carga de mantequilla, nata o queso, o de los tres juntos. Parece ser que el risotto que conocemos aquí no suele ser lo habitual en el país transalpino, consiste en un arroz cremoso o meloso en su exterior como consecuencia de una técnica que fomenta la salida del almidón del arroz y un interior más al dente. Al final resultó un arroz bastante más a mi gusto que el aquí conocemos como risotto.
Y para terminar algo que me encanta, unos ñoqui. Los ñoquis son un tipo de pasta italiana, se elaboran con patata, harinas y queso de ricota. Estos eran unos ñoquis a la ceniza, una elaboración tradicional de las casas en domingo, llevan queso gorgonzola y paté de aceituna, de ahí el color ceniza, buenísimos.
Después de este menú no había cabida para un postre.
Pude comprobar que aún cambiando de local todo sigue como lo recuerdo.
Buen precio, buena atención y una elaboración tradicional y casera difícil de encontrar en otros restaurantes de apellido italiano.
Por El Mule