Hemos Comido…en La Brocheta, aunque parezca mentira todavía hay platos que no han pasado por nuestro paladar.

Agosto 2010 sábado, mucho calor y ninguna gana de cocinar, decidimos bajar a La Brocheta a comer a la carta. Había sitio, era pronto y rápidamente nos sentamos. Nos explicaron lo que había fuera de carta, entre estos platos surgió la palabra mágica bocarte, estaba claro cual era el primer plato. Bocartes fresquísimos fritos.

Comenzamos con un aperitivo bienvenida consistente en helado de foie frito, una exquisitez. Ya lo habíamos probado en el concurso de pinchos y nos encantó.

Restaurante La Brocheta Santander

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Seguidamente nos trajeros los bocartes, fritos a la perfección y del Cantábrico, se nota en el sabor, más fuerte que otros, un auténtico vicio, ración muy generosa.

Ya dentro de los segundos yo tomé tronchón de solomillo de atún en salsa de soja y wasabi. Un trozo de atún limpio, de  tamaño considerable, sobre unos 400 grs. con una salsa de soja muy sabrosa y acompañada de una vinagreta de tomate, hecho como un chuletón, como debe ser. Una autentica delicia, un plato para recordar y repetir, muy recomendable.

Mi acompañante tomó carpaccio de solomillo, acompañado de un aceite impresionante Castillo de Canena, y de un parmesano de gran sabor, otro plato recomendable.

Tomamos dos postres: torrija de sobao que ya habíamos probado en otras ocasiones y que nos encanta y helado de limón y verduras, una novedad de lo más atractiva con un sabor diferente y agradable. Con el café nos sirvieron unos chupitos de orujo, chocolate y cerezas, algo inusual y novedoso, aceptable.

Restaurante La Brocheta Santander

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