Hemos Comido…en Mimosa pegado a la Residencia Cantabria y orientado a este tipo de cliente que esta de acompañante en un hospital.

Septiembre 2012. Si hay algo que se agradece cuando llevas casi todo el día cuidando de un familiar en un hospital es poder romper la rutina y cambiar de aire por un momento y en concreto este fue para la comida, un lugar de los que suelo reconocer como honestos. Pregunta ¿que tiene para comer?, solo tememos menú de día dos platos pan agua o vino y postre con café todo 10 euros, un servicio eficaz y simpático, y un lugar de lo más acogedor, aunque estés en cemento parece que estas comiendo en un jardín, lo cual es de agradecer después de toda una mañana pasando calor en la habitación de un hospital.

En el menú tenias tres tipos de primero otros tres de segundo y unos cinco postres.

De primero tome periñaca, una ensalada fresca de patata lechuga y tomate, bastante refrescante, falta de todo aliño por lo que te adjuntan un convoy con sal aceite y vinagre.

De segundo me decidí por una hamburguesa, pues me llamo la atención un comentario de hace poco de mi hija que me hizo mucha gracia y que paso a relatar. Me encarga unas hamburguesas para hacer una barbacoa con los amigos y compro unas hamburguesas de Diferente que tiene una de las mejores carnicerías de la capital tanto por calidad, como por variedad como por servicio y profesionalidad, a la vuelta de la barbacoa me comenta que si las hamburguesas eran de «Carnicería» a lo que la respondo que por supuesto, que de donde van a ser si no.

Todo esto viene a que los amigos habían alucinado con el sabor de las hamburguesas y con el tamaño, las que ellos comparaban eran de bandeja de la gran superficie de turno, y sino las del Mc lo que sea, así que con esta vez ya quedo nombrada proveedora oficial de hamburguesas del grupo.

Todo este relato anterior viene a que pedí hamburguesa, y efectivamente era de carnicería, la loncha de queso de charcutería, un queso decente de nata o similar y una rodaja de bacón, acompañado de unas patatas fritas de las también llamadas por mí como honestas.

De postre tarta de cuajada, me gusto y para terminar un café.

En resumen un lugar sin ningún tipo de lujos pero honesto y un oasis donde romper un rato tras un día en el hospital.

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