Diciembre 2017. Había quedado para comer y pasear un rato con una amiga, la idea era ir desde Somo hasta Galizano por la costa y volver a comer a El Galeón, pero el día se torció, llovía como si no hubiera un mañana. Así que se le ocurrió acercarnos a Bilbao, a un sitio que ella conoce donde ponen un besugo muy a su gusto, y eso hicimos
Bilbao en Navidad estaba intransitable, ni un aparcamiento. Al final, después de más de media hora encontramos plaza en un parking cercano a El Corte Ingles y nos fuimos andando hasta el restaurante, que se encuentra a unos tres kilómetros dando un bonito paseo por el margen del río.
A mitad de camino, por decir algo, pues fue nada más comenzar a caminar pasamos a través de la calle Ledesma y en el primer chiriguito que encontramos nos metimos a tomar un vino y un pincho, para ir entonando.
El paseo estuvo pasado por agua pero mereció la pena, ¡lo que ha cambiado este lugar en los últimos años! Ha quedado una zona peatonal preciosa, el Nervión ha pasado de ser un río muerto a dar vida a la ciudad. El restaurante está situado frente al Palacio Euskalduna y cerca del museo Guggenheim.
Tras el ligero paseo llegamos y a la vista queda, nada más entrar, una cámara de conservación donde observar el género y una brasa donde se elabora, te llega el olor a humo y se desatan todos lo jugos en la boca. Se trata de un establecimiento de carta reducida y cocina tradicional vasca que desde 1983 viene ofreciendo producto y calidad, Entre sus especialidades destacan la tortilla de bacalao, la chuleta o el besugo a la brasa.
El comedor es el clásico de una sidrería, con un cabrete y el típico mantel de cuadros desenfadado.
Para acompañar la comida un Gran Feudo de Chivité de 2016, un rosado de la D.O. Navarra elaborado por Bodegas Gran Feudo, vino monovarietal de Garnacha conocido por su extraordinaria frutosidad. Para su elaboración se utiliza el método del sangrado, una maceración con las pieles y una fermentación en depósitos de acero inoxidable. Una vez embotellado reposa dos meses antes de salir al mercado.
Fresco suave y buen acompañante para nuestro entrante, unos pimientos asados de muy buena factura, sabor a leña y una buena ración. Pan, pimientos y rosado, un trío de lujo.
Por fin el plato central de la comida, besugo a la brasa. Un buen besugo con un tamaño majo, más que de sobra para dos comensales, con un punto perfecto de fuego. Nos le sirvieron con la clásica bilbaina, algo que me no cansaré de decir que lo único que hace es enmascarar el sabor de un buen y fresquísimo pescado.
Aún así sacándolo del medio inmerso en el que se encontraba y pasándole al plato, el besugo resultó excelente. Como os decía antes, no entiendo muy bien como bañan una maravilla como este pescado en una mezcla de ajo, vinagre, aceite y guindilla, más cocnocido como bilbaina, mi única explicación es que no les gusta el sabor del pescado.
Con todo, repito: de los mejores pescados que he comido últimamente, una gozada que hubiera sido una pasada total sin ningún añadido, pescado, sal y fuego, no se necesita más.
De postre flan de queso, me gustó,muy bueno.
El otro comensal tomó natillas.
Nos despedimos echándole un último vistazo a la brasa y diciéndole adios a nuestro anfitrión. Por cierto, tengo que volver para echarle un tiento a esos chuleteros que estaban en la cámara.
Al final nos dimos un buen paseo por Bilbao comprobando que día a día la ciudad gana, se han renovado muchos edificios y se han rehabilitado un montón de ellos, el centro y la antigua zona portuaria están convirtiendo a Bilbao en una ciudad que merece la pena visitar.
Botica Vieja 18 48014 Deusto