Hemos Comido…en Lérida. Hacía mucho que no viajaba a Cataluña, a la vuelta de Barcelona nos quedamos a dormir en Lérida y terminamos cenando en este lugar por casualidad, pero resultó una excelente decisión.
Septiembre 2015. Nos dirigíamos a otro lugar que habíamos buscado por internet, pero nos gustó la apariencia de este lugar que se encontraba pegado al hotel. Para nuestra sorpresa nos encontramos con un local con gran afluencia de comensales, donde nos adviertieron que tendríamos que esperar un rato, a lo que accedimos de buen grado mientras tomábamos una cerveza.
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Por cierto, por la espera nos invitaron a la cerveza, que luego no resultó ser tan larga como en un principo creíamos, tardaron más tiempo en tomarnos nota que en servirnos, y como os decía, la espera no fue nada del otro mundo.
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Pedimos un vino de cercanías y nos sirvieron un Castell de Remei Gottim Bru. Un vino del que no conocía ni la denominación de origen: Costers del Segre. En Estados Unidos tiene mucha demanda desde que el famoso «gurú» de los vinos, Robert Parker, le concedió una puntuación de 92 sobre 100 a la añada del 2000. Si hay algo incuestionable es la relación calidad-precio de este vino.
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Comenzamos con en tradicional pa amb tomaca, un tadicional de la cocina catalana heredado de los trabajadores andaluces, murcianos y extremeños que emigraban hacia estas zonas de España. Está considerado como uno de los típicos ejemplos que definen la dieta mediterránea, extendido como receta tradicional por toda España. Consiste en una rebanada de pan con medio tomate maduro restregado y aliñado con aceite de oliva y sal. En esta ocasión acompañado de jamón, una version más rica de la receta original, que da lugar a un exquisito entrante, y si el jamón es ibérico el lujo gastronómico esta ya servido.
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Continuamos con unos cargols a la llauna. Es un plato muy típico en la zona catalana. Los caracoles a la brasa estaban de cine, acompañados de un poco de pimentón, ali oli y salsa romescu, las dos resultaron excelentes acompañantes. Muy distintos a la manera a que estamos acostumbrados en Cantabria, pero no por ello menos sabrosos. Una ración generosa y un excelente maridaje con el vino elegido.
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Para terminar un pulpo a la brasa que resultó tambien excelente, un grato sabor a brasa y una textura resultado de la cocción, acompañado del típico sabor del cefalópodo. De guarnición: pimiento artesano, berenjena y una patata asada. Recomendable también.
Un lugar recomendable, el precio de vino muy contenido, las raciones de calidad y muy bien elaboradas, una excelente atención por parte de la camarera y el cocinero que nos explicaron todos los pormenores de la cena y de los vinos. Un auténtico acierto.
Templers 9 25002 Lérida 973271055