El Bonifaz, un bote inglés de tingladillo, fue nuestro gran aliado de los veranos en Santander. Nuestro padre le puso ese nombre en honor al insigne Almirante Cántabro Ramón de Bonifaz y Camargo, conquistador de Sevilla.
Fondeado en un muerto en el Club Marítimo, nos servía la bahía en bandeja y nos daba la libertad deseada cuando éramos adolescentes.
Todos los años, el bote antes de entrar a servicio, pasaba revista en los Astilleros Pompeyo, donde Toñito y Julián, auténticos carpinteros de ribera, después de calafatear y hacer las reparaciones necesarias, le daban barniz y patente para hacer frente con garantía al nuevo verano.
Pero estos artesanos se hicieron mayores, (los hijos no siguieron la profesión) y con ellos despareció la tradición de la carpintería de rivera en la bahía de Santander.
El Bonifaz, por su parte, pasó a dique seco donde permaneció a la espera de mejores tiempos durante más de 25 años…. hasta que un día en la Velería Yarda nos hablaron de Enrique y esto marcó el inicio una nueva singladura para nuestro querido Bonifaz.
Más datos a cerca de la recuperación de la nave en Enrique Garcia Caprintero de Rivera
https://mulecarajonero.com/hecho-en-cantabria/item/2460-la-nueva-singladura-del-bonifaz#sigProIde1e4658925