Hemos Comido…en Guarnizo, en Bar de Cañas. Vuelta a este recomendable local después de una larga temporada.
Julio 2014. Nos acercamos a comer dos amiguetes, él no conocía el lugar, así que decidimos picotear alguna de sus especialidades, donde priman las elaboraciones de pescado, de las que vimos desfilar delante nuestro con una excelente presencia machote y lubina. También los arroces y la caldereta son otras de sus especialidades.
Situado cerca del polígono industrial de Guarnizo y con un aparcamiento justo enfrente, el acceso es cómodo, se situa en una auténtica encrucijada como podeis comprobar en la fotografía.
El aspecto de la fachada no se corresponde con el interior. Si la fachada tiene una vista como de dejada el interior es un bonito bar a la antigua usanza con muchos detalles que embellecen la arquitectura interior.
Nada más entrar te encuentras con la barra del bar, el comedor esta situado detrás. Me gusta mucho el aspecto tanto del bar como del comedor.
Dispone de una carta con bastantes opciones donde elegir, en esta ocasión decidimos picar y compartir todas las raciones, así podíamos disfrutar de más platos. La carta se divide en entrantes, con gran cantidad de diferentes raciones, algunas ensaladas, carnes pescados y arroces y por último postres. La mayoría de las especialidades se sirven en un recipiente similar a un pote tipo cordobés.
Comenzamos tomando un pulpo a la vinagreta. Una manera de elaborar el pulpo que me encanta y que no suele ser habitual en nuestros restaurantes. Cuando buceábamos de jóvenes solíamos pescar cantidades ingentes de pulpos, que congelabamos para después prepararlos de esta manera, solíamos llevárnoslo de excursión o a la playa, si ya se, pringoso, pero buenisimo.
Esta ración estaba muy bien aliñada, con una muy bien elaborada y sabrosa vinagreta, un aceite de oliva virgen de gran sabor y un pulpo perfecto de punto. Recomendable y de generoso tamaño.
Seguimos con una caldereta de marisco, almejas, setas, langostinos y cigalas. Excelente sabor y un caldo de chuparse los dedos. Eché de menos un poco de patata, pero el resultado era sabrosísimo, recomendable y generoso.
Y para terminar patata rellena de vieiras. Esta fue la única ración con «pero» pues la patata estaba dura. El acompañamiento, que consistía en una bechamel con vieiras, resultó de un sabor exquisito. A la patata le acompañaban unos pimientos verdes y unas patatas chips fritas. Fue una pena lo poco hecho que estaba la patata.
En resumen, el lugar sigue como lo recordaba, unas buenas y generosas raciones a un módico precio y un servicio no profesional pero entregado y deseando agradar. Un lugar recomendable.
Calle Ramón y Cajal 100 Guarnizo 39611 942543590
Por El Mule