La tradición manda. Como todos los años, con la entrega del primer vino que sale al mercado y coincidiendo con la época de los caracoles, Melly nos obsequia con estas jornadas.
Los caracoles son una tradición gastronómica navideña, un auténtico objeto de culto en las cocinas de Cantabria. En cada casa se compite por el título de los mejores caracoles de la temporada, elaboraciones marcadas por el oscurantismo y los ingredientes secretos, cercanos más a una fórmula de alquimia que a una receta.
El Primero es el vino más joven de toda la familia Fariña. Se elaboró por 1ª vez en 1995, cuando un cliente holandés encargó a Manuel Fariña un vino al estilo del famoso beaujolais francés. Así surgió el Primero, un vino de maceración carbónica que sale al mercado 45 días después de iniciada la vendimia, y que está caracterizado por su enorme potencia de sabor y aromas.
El Beaujolais nouveau (en francés Beaujolais nuevo o joven) es un vino tinto de la región de Beaujolais de Francia. Es el más popular vin de primeur, fermentado durante sólo unas pocas semanas y luego lanzado oficialmente al mercado el tercer jueves de noviembre. Este «Día del Beaujolais», o «Día del Beaujolais Nouveau» es objeto de un gran márketing por los productores, que compiten para conseguir colocar las primeras botellas de la cosecha en diferentes mercados.
El Primero 2014, el vino de maceración carbónica de Fariña, ya está en la calle. Este año el Primero trae consigo una copa de realidad aumentada. La bodega ha desarrollado una aplicación para Iphone y Android que permitirá a los clientes servirse su primera copa de realidad virtual. Sólo tienen que buscar “Fariña” en el Apple Store o Google Play.
Este año se nos presenta con un color frambuesa débil con matices violáceos. Primero de Fariña es una explosión aromática de frutas rojas frescas, frutas del bosque, flores blancas y golosinas como la piruleta. Primero de Fariña en boca es fresco, ligero, muy fácil de beber, con un final medio y frutal. La envidia de los Beaujolais nouveau galos, pero con menos marketing.
Reunión de amigos, caracoles a la cántabra , una buena charla de amigos frente a un vino espectacular y un repaso literario a los libros de segunda mano que nos oferta Melly en su local evocando al intercambio de libros de los años 50 y 60 precusores del actual culebrón o el mejor escritor del lejano oeste, Marcial Lafuente Estefanía.
Y ya metidos en harinas la reunión termina en cena, donde no pueden faltar los famosos bocartes rebozados, objeto de culto entre los que nos consideramos viciosos de este pescado y de su perfecta manera de rebozarlos, como es la manera en que los preparan aquí, no existe ni mejor bocarte ni mejor preparación.
Continuamos con algo que forma parte de la tan comentada gastroterapia de Melly, la salud en base a la gastronomía de calidad: unas albóndigas de toma pan y moja.
Tran mucho insistir, nos sirvió una raya al ajillo. Yo no terminaba de entrar por el aro, pues es un pescado que he comido en bastantes ocasiones y no me ha terminado nunca de gustar debido a su falta de sabor. Además todos, o la mayoria de la gente de costa, conocemos el refrán «haya lo que haya no comas raya».
He de decir a favor de este pescado que me gustó, la carne sale facilmente empujada entre los cartílagos en forma de «fideos o angulas» y el ajo le daba un sabor similar a unas gulas, angulas de Aguinaga que suena más fino. Buen sabor y buena textura, recomendable.
Y de postre un Divirín de La Jarradilla al horno para goce de los presentes. Originalmente cilíndrico, adquiere forma de torta irregular durante la maduración. Su corteza aterciopelada tiene un color ceniza con tonos azul grisáceo salpicado de tintes enmohecidos blancos y naranjas. Dichos mohos crecen de forma natural dándole al queso la complejidad que le caracteriza.
Al corte, la pasta es blanda, de color blanco marfil y con algún que otro ojo distribuido de forma irregular. Olor de intensidad media, algo ácido con aroma a mantequilla y a enmohecido, notas vegetales y a humedad. Textura sedosa, semiblanda y untuosa, y si se calienta un poco, como en este caso, se aumenta la untuosidad y se potencian los sabores.
En resumen, ya estoy esperando las jornadas del año que viene.