Como todos los años celebramos la comida de fraternidad de mules durante las fechas navideñas.
Diciembre 2015. Volvimos a alquilar el choco de San Simón y preparamos una aperitivo-comida-merienda-cena. Al final no pudieron asistir todos como era la ilusión generalizada, sobre todo por problemas de agenda, los echamos de menos, hubo alguno que llegó de Sudamérica justo a la comida.
La bebida, como todos los años, se centró en Cava Brut Barroco de Freixenet, que cumplió con las expectativas, este año estaba especialmente bueno.
Comenzamos con un arroz alicantino magistralmente preparado por Chiqui, alicantina de pro y nuestra suministradora de paellas y arroces varios.
Un excelente chorizo fresco que se guisó al vino tinto y que nos trajo Rosario.
Langostinos de crianza ecológica comprado en Barandica.
Queso Picón del Fuente Dé, un clásico que no puede faltar en las mesas de los mules. Acompañado de un pan artesano de doble fermentación de nuestra panadería Torre.
Mientras comíamos se preparaba una costilla de ibérico a baja temperatura que se reservó para la merienda-cena, al final resultó exquisita. Tras casi 8 horas de cocción, se deshacían hasta los huesos, una maravilla.
Y de postre trenzas de Torre, este año no hubo quesadas pues no nos pudimos acercar al Macho.