Hemos Comido…en Everest 2, habitualmente suelo picar en la barra, pero ya iba siendo hora de sentarse en el comedor, esta vez con toda la familia.
En la barra puedes disfrutar de una de las ofertas más atractivas de pinchos en Laredo, pero no contento con esto también puedes disfrutar de un cava o un champagne, algo difícil por aquellos lares.
Este pincho de bacalao con un toque de ajillo y aceite es para mí de lo mejor que conozco en el mundo del pincho.
Este otro con bonito en escabeche también resulta un auténtico vicio; pepinillo, bonito y aceituna.
Una buena anchoa, huevo de codorniz y aceituna, otra banderilla de lujo.
Y la clásica Gilda, piparra, anchoa y aceituna.
Y un acompañamiento único, un aperitivo mañanero de lujo.
La carta está enfocada a raciones. Nada más empezar nos recibieron con un consomé, muy bueno, algo ya difícil de encontrar en la oferta gastronómica disponible.
Comenzamos con unos puerros. Con buen aceite de oliva y vinagre de Jerez de solera que le confería al puerro un sabor único. Me gustaron muchísimo y es algo que no se encuentra en muchos sitios, un buen comienzo.
Continuamos con morcilla frita acompañada de pimientos asados. Morcilla muy buena, sin la habitual carga de especias y sin los añadidos de grasa que suelen tener algunas morcillas, acompañando un muy bien asado y carnoso pimiento.
Continuamos con una chuleta de 1,3Kg. Muy buena carne, bien de punto y bien blanda, la sirven fileteada, de gran calidad, estaba claro que vacuno mayor y bien roja. Nos sedujo a los tres comensales, venía acompañada de unas buenas patatas fritas y de unos pimientos de tipo Padrón (con los que empiezo a sufrir manía persecutoria, ya que me los encuentro por todas partes).
Terminé con unos espectaculares cayos. Media ración que tenía que tomar desde que supe que acababan de elaborarlos el día anterior y que eran de pata, morro y callo. Con una salsa que te pega los labios y un gran sabor, con unas patatas chip rociadas con una pizca de pimentón.
Fin de comida un flan casero muy bueno, uno de mis finales favoritos.
Para terminar la cuenta, muy contenida teniendo en cuenta lo que habíamos tomado en la barra.