Comida en La Voladora, con dos amigos más, llevaba mucho tiempo sin dejarme caer por este local.

Los otros dos eran neófitos en el lugar así que me toco hacer de anfitrión y proponer compartir unas cuantas raciones y un buen champagne.

Restaurante la Voladora Santander

Comenzamos con unas croquetas que resultaron estar de lujo, croquetas de cecina, hechas crema y con un crujiente rebozado.

Champiñones a la brasa y rellenos de papada. El champiñón estaba justo de cocción, como a mí me gusta, ya que de esta manera mantiene mejor su sabor original. Muy buenos también.

Restaurante la Voladora Santander

Continuamos con un arroz seco de gambas y algo de alioli para alegrarlo. Un auténtico escándalo, la gamba roja le imprime un carácter diferencial, muy recomendable el arrocito.

Restaurante la Voladora Santander

Restaurante la Voladora Santander

Restaurante la Voladora Santander

Para terminar unos callos y pan en abundancia para untar, mejor postre no hay. 

Restaurante la Voladora Santander

Una comida placentera con una servico excepcional, como siempre, y un precio muy acorde.

Restaurante la Voladora Santander

Por El Mule

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