Tres comensales, dos celiacos, pero el tema del gluten Fonso siempre lo ha manejado bastante bien.
Acompañamos la comida con champagne, Trouillard Blanc de Blancs, que ya cococíamos de otras visitas a la anterior ubicación donde oficiaba Fonso, en El Baruco.
Comenzamos con unas rabas. Crujientes, bien escurridas y en su punto, buenísimas.
Continuamos con un clásico del lugar, los torreznos con garbanzos fritos. Ufffffff, están que se salen de buenos, una ración sin la que no debes salir del lugar.
Brochetas de gambón, alga nori y papadum con salsa de curry. Un descubrimiento, crujiente, picante y con gran sabor a gamba, el resultado es espectacular, otro acierto.
Para terminar rape. Muy en su punto, acompañado de patata panadera y un poco de pimentón espolvoreado, buenísimo.
Dos postres para terminar, brownie apto para celiacos y yogur con nueces.
Una comida fabulosa (apta para celiacos, de cabo a rabo con un precio de lo más ajustado.