La Capitana siempre ofrece cocina de calidad con uno de los mejores chefs que ha dado nuestra tierruca, Fernando Sáinz de la Maza.
A la entrada te encuentras con unos panes que llaman la atención, para acto seguido entrar en un salón minimalista con una temperatura perfecta.
Comenzamos con un entrante de la casa a base de patatas baby, salmon y ali oli, los entrantes continúan con un salmorejo, a partir de aquí pasamos a unas raciones compartidas como primeros y unos segundos individuales.
De primero roast beff. Una elaboración hacia la que cada día me decanto más, me gusta y cada chef le da su toque diferente, esta resaltaba el sabor a parmesano sin llegar a matar el de la carne roja.
Continuamos con puerros con langostinos. Aquí impera el sabor de un puerro de tamaño pequeño que se deshace en la boca y que se asemeja a un espárrago, aunque he de decir que prefiero estos a los espárragos.
De segundo mi acompañante tomó rape, planchado y acompañado de verduritas, delicioso según comentó, un rape de altísima calidad y una elaboración perfecta de punto.
Tomé de segundos huevos Benedictine. Es un plato anglosajón que consiste en dos mitades de un muffin inglés, una tostada u otros tipos de panes, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y la muy popular salsa holandesa. Aquí se ha sustituido el jamón por salmón, dos huevos escalfados, salmón, una buena tosta y bien de salsa holandesa, una auténtica fiesta en el plato. Me han encantado, eso sí, la ración se las trae, con una de estas comes y vas bien servido. Como os decía, delicioso y muy recomendable.
De postre helado de queso y sorbete de mango.
Un lugar muy recomendable.