Hemos Comido…en Melly, la visita siempre merece la pena, grandes clásicos con producto de temporada y elaboraciones de siempre de calidad constatada.
Por cierto, Somo estaba hasta arriba, pero como me lo suponía me fui en moto y acerté. Fonso, que vino en coche, tuvo que dejarlo medio tirado en una rotonda «donde San Pedro perdió el paraguas».
Bebimos Cigales, un rosado joven con vocación veraniega, fresco y perfecto para acompañar una comida estival.
Poco pico es un vino acogido a la Denominación de Origen Cigales y elabodora por Bodegas Lezcano Lacalle, en añadas anteriores se denominaba Docetañidos Rosado. Monovarietal Tempranillo 100%. Color frambuesa vivo y brillante con aromas de frutos rojos y fruta blanca, en boca es fresco y untuoso.
Salmorejo al puro estilo cordobés, uno de los mejores acompañantes de verano, una de las especialidades de la casa.
Marmita de bonito, una elaboración de esta temporada, este guiso es de los míticos del lugar.
Tartar de bonito, el auténtico, único, bonito de corte tirando a grande, aceite y sal, no es necesario más. Si te gusta el bonito esta es la elaboración más purista que te puedes echar a la cara, nadie hace otro igual, el mejor.
Los bocartes en Melly son religión, los rebozados son famosos, nadie los hace igual y nadie cuida que el producto sea perfecto para esta elaboración tanto como Juan, pero últimamente también los elabora al ajillo y son una delicia. Este día los tomamos de esta manera, inigulables.
De postre queso fresco pasiego con mermelada de ráspanos.