Hemos Comido…en el Tin en La Maruca, un clásico de la zona y de los más antiguos que yo recuerdo.
Septiembre 2016. El Tin es uno de esos locales olvidados, durante años a la sombra de otros, durante mucho tiempo fue básicamente barra y servía alguna que otra ración.
Está situado en primera línea del paseo de La Maruca y dispone de un comedor desde el que podemos tener unas vistas excepcionales de la dársena de La Maruca.
Se trata de un local tradicional de ambiente casero. A la entrada está la barra, que también dispone de alguna mesa para picotear. Los fines de semana hacen lleno completo, pero un día como este había clientela pero no estaba a rebosar.
Mucha gente guarda el recuerdo de lo que fue hace tiempo La Maruca, un lugar donde los pescadores de la zona descargaban sus capturas y las vendían directamente en los bares, de esta manera ganábamos todos en frescura y precio. Hoy en día el romanticismo de aquel recuerdo mantiene una gran parte estos lugares, pero, salvo contadas excepciones, el pescado proviene del pescadero habitual.
Me acerqué un poco tarde y no tenía muchas ganas de comer, por lo que pedí de entrante media ración de pulpo, del cual me sorprendió que lo sirvieran sin patata o cachelos. El pulpo estaba bueno de punto, con un sabroso pimentón y un aceite de agradable sabor, acompañado con sal gorda. La ración resultó generosa.
De plato principal pedí un sapito. Demasiado exiguo para mi panza, pero como no estaba muy hambriento me llenó lo justo. Buena elaboración, pero apenas dos tiras de carne, un par de bocados. Pezqueñines.
De postre una tarta de queso de las clásicas, buena.
La atención resultó muy buena. Comí con una copa de Pazo de Villarey, muy cítrico y justo de acidez, fresco, perfecto para este menú.
La visita resultó satisfactoria, un poco exigua la ración de rape, pero mejor poco y bueno que mucho y malo.