Hemos Comido… en Mexsia, una fusión entre la cocina mexicana y la asiática.
Hemos quedado para comer en este inusual concepto de la gastronomía, puesto que la fusión de sabores de este calibre, es algo que raramente se encuentra por esta zona. El restaurante dispone de varios ambientes diferentes y comunes al mismo tiempo. Nos situamos en el más próximo a la entrada el cual tiene las mesas altas y las sillas son taburetes, muy cómodos para comer. Hay que decir que no era la primera vez que comía allí y sabía que las raciones no son espectaculares en cuanto a tamaño se refiere, a cambio, la explosión de sabores en la boca con cada plato contrarresta esa sensación de escasez pasando a “Pedimos otra?”.
Llegamos a la hora prevista, Mexsia está en el comienzo de la calle Gándara, el local es perfecto en cuanto a iluminación y decoraciones, el comedor del fondo está bien ambientado de clientes, en la barra, le gente entra a tomar algo y picotear.
Nos atiende David, pedimos 6 raciones puesto que hemos tapeado algo antes de venir con unos vinos. Acompañaremos la comida con una Cerveza, la cual apadrino Ferrán Adrià para la casa Damm, esta es Inedit en su formato de 70cl. Muy apropiada para la comida, también tomaremos agua.
Comienza el día con un acompañamiento de Nachos y tres Salsas, casi de inmediato el aperitivo, estos son unos Totopos, las presentaciones de los platos del Mexsia son muy trabajadas, se nota el concepto de Oscar Calleja y la realización de Lautaro Bravo, esto huele a Annua y me gusta!! Ahora comienza a llegar nuestro pedido, dos raciones en nuestra mesa, Cheviche Acapulqueño de Mariscos del Cantábrico y Tiradito de Atún con Mandarina y Chalota Frita, impresionante, se notan todos y cada uno de los ingredientes, al tomar la primera porción de Ceviche, la explosión desabores me encantó, buenísimo.
Continuamos con los Makis Fritos en Tempura con Centollo, Masera y Aguacate. Casi sin pausa llegan los Langostinos Crujientes con Ibérico y Agridulce de Jerez, no se baja el nivel en ningún momento. El siguiente plato son unas Gorditas Norteñas de Vieira y Carabinero. Como ultima ración dejamos la carne, esta es Vaca Vieja de Cantabria Troceada a la Brasa con Pipián Rojo y Salsa Macha.
El buen sabor de lo catado nos invita a que, cuando David se acerca a tomar nota de los postres, la decisión es fácil, cuatro alternativas y cuatro comensales. Sacaremos los cuatro y probaremos de todo un poco. Sacan los cuatro al tiempo, Mochis de Sésamo, Almendra y Frijol Dulce, Crepas con Cajeta, Crema de Jengibre y Sorbete de Litchi y Rocas de Chocolate Aireado con Crema Helada de Coco.
Dos Poleos-Menta, un Café y dos Copas de Brandy ponen el punto final a esta experiencia gastronómica.
Sabores diferentes, platos trabajados, un lugar agradable y una atención profesional. Eso sí, si eres de “Buen Comer” preferiblemente para cenar, las raciones, si bien exquisitas, no son abundantes, son como el buen Perfume, en su dosis justa, quizás por eso se disfrutan aún más. Nosotros, como en las anteriores ocasiones, salimos contentos.
