Enrique García del Portillo es en la actualidad el único carpintero de ribera en activo en Cantabria.
Combina el conocimiento del oficio, al haber aprendido la profesión en Falmouth, Cornualles, Reino Unido, escuela de grandes carpinteros de ribera Ingleses, con una experiencia internacional al haber trabajado durante los últimos diez años en distintos puntos de Europa y América y con una no menos importante experiencia como tripulante en grandes veleros, realizando numerosas singladuras por el Mar Mediterráneo, el Báltico, el Canal de la Mancha y el mar de Irlanda, así como dos travesías atlánticas.
Enrique ha mostrado siempre preferencia por las embarcaciones tradicionales pero realiza también labores de carpintería en embarcaciones modernas. Entre los trabajos que realiza se encuentran la construcción y reparación de cascos tradicionales, palos, cubiertas de teca y todos los trabajos relacionados, como el calafateado tradicional del casco, la instalación o reposición de herrajes en cubierta, y los grifos de fondo.
También realiza los trabajos de mobiliario interior, que incluyen tanto el diseño y realización de espacios interiores como la búsqueda de soluciones para el aprovechamiento del espacio. Son importantes también las labores de acabado de todos los trabajos, principalmente en barniz marino aplicado a brocha, en las que es un autentico experto.
Enrique, conociendo las técnicas tradicionales de la carpintería de ribera, con la madera y el cobre como materiales principales, no descarta el uso de nuevos materiales, (contrachapados, fibras de vidrio, epoxis…) cuya aplicación también conoce.
Como proyecto para el futuro está la construcción de embarcaciones de vela ligera a tingladillo, combinando técnicas ancestrales con productos modernos que den lugar a embarcaciones de bellas líneas clásicas, pero más sencillas de mantener y mucho más ligeras.
Podemos decir que con Enrique surge en Cantabria una nueva generación de carpinteros de Ribera, formados, modernos, adaptados a su tiempo y en conexión con otros profesionales de la carpintería de ribera a nivel español y europeo, que van a permitir la recuperación de la tradición y del importante patrimonio náutico existente que se estaba perdiendo.
En este camino, decidimos afrontar la restauración del “Bonifaz”. Es un bote de 11 pies y medio de eslora, construido a tingladillo en Inglaterra y de bastante antigüedad. Originalmente era un barco a vela, aunque se transformo en bote a remos con el paso del tiempo.
Lo llevamos a la Carpintería de Enrique en Viveda, donde se han iniciado las labores de restauración, que aún están en proceso, pero navegando con buen rumbo. Os adjunamos fotos de de los distintos trabajos ya realizados.
El Bonifaz
El Bonifaz, un bote ingles de tingladillo, fue nuestro gran aliado de los veranos en Santander. Nuestro padre le puso ese nombre en honor al insigne Almirante Cántabro Ramón de Bonifaz y Camargo, conquistador de Sevilla.
Fondeado en un muerto en el Club Marítimo, nos servía la bahía en bandeja y nos daba la libertad deseada cuando éramos adolescentes.
Todos los años, el bote antes de entrar a servicio, pasaba revista en los Astilleros Pompeyo, donde Toñito y Julián, auténticos carpinteros de ribera, después de calafatear y hacer las reparaciones necesarias, le daban barniz y patente para hacer frente con garantía al nuevo verano.
Pero estos artesanos se hicieron mayores, (los hijos no siguieron la profesión) y con ellos despareció la tradición de la carpintería de rivera en la bahía de Santander.
El Bonifaz, por su parte, pasó a dique seco donde permaneció a la espera de mejores tiempos durante más de 25 años…. hasta que un día en la Velería Yarda nos hablaron de Enrique y esto marco el inicio una nueva singladura para nuestro querido Bonifaz.
Otra rehabilitacion
La Carpinteria de ribera en Cantabria
La nueva singladura del Bonifaz