Hoemos Comido… en el Restaurante de Pilar, en Santoña.
Hoy nuestra visita al restaurante de Pilar, sito en pleno puerto pesquero de Santoña, ha sido con motivo de la 3ª Temporada de la Trufa Negra.
Del 20 al 28 de Enero se celebraron las Terceras Jornadas de La Trufa Negra. La apuesta de este restaurante es ofertar un plato de huevos de Corral, con Patatas Fritas Caseras y espolvoreado con Trufa Negra, más postre, dos copas de vino, pan y agua por persona a un precio de 16,50 IVA incluído.
Llegamos a la hora acordada a este peculiar restaurante en lo que a arquitectura y ubicación se refiere. Es un edificio que simula la proa de un barco remontando el oleaje y está situado en el centro del puerto de Santoña, entre el puerto pesquero y el deportivo.
En la entrada hay un pequeño recibidor, a la derecha un par de salas para tomar una copa y/o un aperitivo tranquilos, en frente una barra para tomar algo con picoteo y a la izquierda un salón espectacular con unas cristaleras enormes enfocadas al puerto y a la reserva natural europea de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Tan sólo por disfrutar de esta vista, en la sala, ya merece la pena la visita.
A la oferta de este trío casero le vamos a añadir unos entrantes, ampliaremos el postre y también cambiaremos el vino.
Tomaremos un Martínez Alesanco Reserva 2012, vino que repetimos durante la comida. Comenzamos con los entrantes, una ración de Rabas de Jibión Fresco acompañado de “Rabas de Huerta” (Cebolla en Tempura), Jamón Ibérico de Bellota y dos raciones de las Croquetas de Pilar, media docena de Croquetas de dos variedades.
Disfrutamos de los entrantes y el vino hasta que llega el plato principal motivo de esta visita. Nos presentan una Trufa Negra de Soria, del tamaño de una Mandarina, con ese olor tan peculiar y seguidamente toman posición en la mesa los platos de Huevos de Corral de la granja de Camperos del Asón, granja que practica la cría en libertad (situada en Arredondo), sobre una cama de patatas panaderas.
A la hora de culminar el plato, el rallador no escatima en cantidad de Trufa hasta conseguir un equilibrio de sabores en el plato. Decir que, entre los seis comensales, nos sirvieron prácticamente toda la Trufa. El postre es una Cuajada Casera con Miel de Acacia y trufa Negra, postre con opiniones dispares, causa por la cual pedimos un Queso Curado de Quesoba. Como podéis comprobar, el producto de calidad y de la zona es una reseña en el restaurante de Pilar.
Dos cafés y la cuenta total asciende a 184,23€, lo que se queda en algo más de 30 por comensal. Durante la comida, el tiempo se ha tornado de un gris intenso a unos claros con un sol muy agradecido que nos invita a disfrutar de un paseo que comienza por el puerto, pasando por la plaza de toros y prosigue por el pasaje. Disfrutando de principio a fin.