Hemos comido….en El Palacete, aprovechando nuestro paso de fin de semana por Toledo, fuimos a cenar al restaurante El Palacete.
Diciembre 2011. El restaurante está ubicado en un edificio construido sobre restos romanos y visigodos. En 1997 fue declarado bien de interés cultural y recibió de la mano de la Reina Sofía, Europa Nostra a la mejor rehabilitación del año. Posee las estructuras de madera más antiguas de Europa conservadas in situ y su decoración contiene varias piezas de gran valor arqueológico.
El restaurante tiene una carta viva que se adapta a los productos de estación. Está basada en la gastronomía castellano manchega, con cierto carácter creativo pero sin perder los fundamentos. Dispone también de una cuidada repostería.
Nosotros llegamos a las 9:30H. Nos recibió Barbará, muy agradable y nos habían reservado una estupenda mesa en un lateral del comedor principal. Nada más sentarnos nos trajo unas exquisitas Aceitunas de Campo Real. Nos las conocíamos y ha sido uno de los descubrimientos gastronómicos de esta escapada a Toledo.
Las aceitunas de Campo Real se recolecntan durante el mes de Octubre a mano, sin golpes, con esmerado cuidado para que lleguen en perfectas condiciones a las fábricas de aderezo, donde, una vez seleccionadas y rajadas, son elaboradas. A base de plantas aromáticas: tomillo, hinojo, orégano y ajo las aceitunas adquieren su sabor único y especial. Para asegurar la calidad de las aceitunas de Campo Real, los distintos sectores que intervienen en su producción, distribución y comercialización, están inscritos en el Registro de Denominación de Calidad «Aceitunas de Campo Real», que supervisa la Consejería de Economía de la Comunidad Autónoma de Madrid, a través de su Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural.
Tras ver la carta y escuchar las recomendaciones de temporada, nos tomaron la comanda; nos decidimos como entrada por una degustación de setas (procedentes de Albacete), y unos langostinos crujientes con asadillo y bouquet de hojas verdes.
De segundo nos animamos a probar la perdiz roja a la toledana y cremoso de patatas y las mollejas de cordero con ajetes tiernos.
Ya esperando el primer plato nos ofrecieron una pequeña brocheta de entrecot con pimiento para ir haciendo boca.
Sin tener apenas que esperar nos sirvieron las setas. Nos gustaron realmente aunque tuvimos que añadir un poco de sal. El cocinero con buen tino, prefiere que el comensal regule la sal a su gusto.
A continuación nos acercaron los langostinos, también a nuestra satisfacción.
Llegaron luego los dos segundos. Para mí la perdiz, ave de mi predilección. El plato ofrecía media perdiz deshuesada y finamente preparada. Bien.
La mollejas, un poco empanadas y bien cocinadas, le gustaron también a mi pareja.
Para el postre, como ya estábamos satisfechos, pedimos para compartir la tarta de manzana recién hecha con helado de caramelo con sal. Coincidimos ambos que es un postre realmente exquisito.
Para acompañar la comida, en esta ocasión tomamos agua, una cerveza de entrada y dos copas de vino. Con el postre una copa de Pedro Ximenez.
La cuenta 99 €, algo caro, pero conjugando comida, atención y el lugar, se puede aceptar.
Soledad 2 45001 Toledo 955225375