Desde 1970, El Molino ha sido un referente de la cocina cántabra de alto nivel, con una trayectoria gastronómica que ha marcado época. Durante 21 años consecutivos (1975–1995), el restaurante ostentó una estrella Michelín, un reconocimiento que volvió a alcanzar en 2009, tras la reapartura del restaurante, ya como El Nuevo Molino, manteniéndola hasta 2023. Hoy sigue siendo recomendado por la Guía Michelín y cuenta con dos soles Repsol, avalando su excelencia constante en calidad, servicio y experiencia culinaria.
Ubicado en una preciosa casona del siglo XVIII en Puente Arce, a orillas del río Pas, El Nuevo Molino combina historia, tradición y elegancia en un entorno privilegiado. Antiguo molino de agua, el establecimiento destaca por su jardín, que alberga una capilla desacralizada y un hórreo tradicional, convertido en un restaurante más informal.
Al frente de la cocina, el chef Toni González lidera una propuesta gastronómica arraigada en la cocina tradicional de Cantabria, con un enfoque claro en producto local de máxima calidad.
La propuesta gastronómica se articula en un menú degustación por 78€, que es el que escogí yo en mi visita, y otro más largo por 106€. También ofrece comer a la carta, con los platos principales a un precio entre 25 y 30€.
¿Qué ofrece el menú degustación?
El menú comienza con una serie de pequeños bocados que ya anuncian la calidad del recorrido:
El primer bocado es un fino paté de ave y avellana en una gelatina de vermut. Estalla el sabor en la boca. Un estupendo inicio al menú.
Sardina ahumada en una tarta fina con de guiso de pollo en escabeche al que se añade un dado de foie que le va a aportar cremosidad. Un buen ejemplo mar y montaña.
Polvorón de tomate deshidratado. Sorprende la técnica para la elaboración de este bocado.
Otro referente de la línea de la casa de aunar el mar y la montaña cántabra: un taco hecho de oblea de cebolla en el que se presenta un steak tartar de Tudanca con un lomo de anchoa. Sabrosísimo el sabor de la carne que no queda tapado por el intenso sabor de la anchoa. El mejor bocado de esta serie de aperitivos. Se acompañan los aperitivos de una sidra de la zona, Somarroza, que es una pequeña sidrería familiar que trabaja por la recuperación de la sidra en Cantabria y que elabora de forma natural.
Siguen los aperitivos calientes: una cremosa croqueta de jamón y leche fresca de Cantabria, y un buñuelo de mejillón tigre.
Platos principales (medias raciones)
Comenzamos con una crema de ajo blanco con quisquilla y un toque de ajo negro junto con unas perlas de mosto que aportan dulzura la plato. Se añade un helado de manzana granny smith junto a unos sticks de manzana. Estupenda combinación de sabores, para mi uno de los mejores platos del menú.
Coliflor frita con un pilpil de coco. La coliflor estaba crujiente al morder y el sabor del coco resultaba una combinación muy interesante.
El pase de pescado es bonito, aprovechando la costera de bonito del mes de julio. Es la parte del morrillo, el cogollo del bonito, la parte más jugosa después de la ventresca. Viene marcado a la parrilla y terminado en el horno. Perfecto el punto del pescado como se aprecia en la segunda foto. El bonito viene sobre un guiso de marmita, siguiendo las tradiciones de la cocina cántabra junto con una emulsión de piparra que le da un toque picante. Sobre el pescado viene una vinagreta de tomate y piparras. Magnífico plato de pescado.
El pase de carne es, como no podía ser de otra manera, de vaca tudanca. Un generoso corte de la parte de la costilla que viene guisada a un ritmo muy lento, no a baja temperatura, sino dandole mucho tiempo de tal forma que se consiga una carne tierna con una salsa muy melosa Viene presentada sobre un puré de patata y acompañada de una cebolla encurtida. La vaca tudanca es una de las tres variedades autóctonas de Cantabria, la más escasa y que cárnicas Quintana en Cabezón de la Sal está manteniendo su explotación.
El momento dulce: de nuevo se apela a la tradición culinaria cántabra con sus principales exponentes:
Sobao, Crema Montada de Orujo y Hojaldre. Sobre una lámina de sobao se coloca una primera capa de una finísima la crema de orujo, y sobre ella una crujiente lámina de hojaldre que a su vez tiene terminada con crema de orujo. Un postre que me ha resultado extraordinario.
Y acompañando el café los petit fours.

Valoración final: ¿merece la pena El Nuevo Molino?
Con un menú a 78€ (bebidas aparte), El Nuevo Molino ofrece una experiencia gastronómica de alta calidad, donde la técnica, la tradición y el producto local se combinan con elegancia. Aunque ya no cuente con estrella Michelín, su nivel está claramente por encima de muchos restaurantes que sí la conservan.
Historico de Visitas al Nuevo Molino
Por Abraham (@Mr_Abraham)
www.andanzasgastronomicas.com
El Nuevo Molino
Bo. Monsenor, 18, 39478 Puente Arce, Cantabria
https://elnuevomolino.es/