Es la primera vez desde que colaboro en esta página que tengo que hacer un post por este motivo.
Junio 2016. La sensación es agridulce, puesto que a la tristeza de ver cómo perdemos un buen fogón en la tierruca, con platos elaborados, bien presentados y en un lugar peculiarmente bonito, contrarresta la alegría de saber que abandonan esta etapa para iniciar otra, no menos apasionante, en tierras mañas.
Hoy les hemos pedido a Luis Bernard y a María Centol un menú a su libre elección, dado que, siendo el servicio final, no me gustaría elegir y que la respuesta sea “De ésto no nos queda”. Queremos darle este último (de momento) homenaje a esta pareja que siempre han tenido un servicio genial, tanto al que suscribe este artículo, como a la gente a la que se lo he aconsejado y han apostado por Vejoris.
Así que, menú sorpresa que paso a describiros a continuación. Deciros que las bebidas han sido Agua, Vino Blanco Mar de Ons y para el postre un Cava Rosado Juve Camps Brut.
Patricia (atentos los hosteleros de la zona, queda libre una pedazo de profesional) comienza el servicio con el aperitivo tradicional de Chupito de Ajoblanco y una croqueta casera. Esta sopa fría andaluza siempre me ha llamado la atención por su contraste, parece fuerte, pero en tres minutos te has olvidado del contundente sabor a Ajo que siempre te deja con la clásica duda de si te dará la tarde.
El primer entrante, Carpaccio de Novilla, con su salsita, aceite, queso rallado y verduras que nunca abandonan las presentaciones de Luis. Entra el Tartar de Atún Rojo con Wasabi, Chile y Helado de Pimiento Asado, está genial que cada vez sea más normal encontrarte con esta delicia en forma de Atún Rojo.
Los principales los hemos pedido para compartir, así que paso a enumerarlos por orden de presentación en la mesa. Hongo de Patata Trufado con Aceite de Jamón, Mollejas al Vino Tinto con Patata Violeta, Garra de Pulpo sobre Espuma de Patata, Ventresca con Vinagreta y Tartar de Presa Ibérica con Tabulé. Festival de sabores, colores, salsas y texturas que van desde las Mollejas hasta el Pulpo, pedazo menú.
El postre va a ser una bandeja con un surtido variado, seis elaboraciones entre los dulces, las cremas y los helados, junto con el Cava Rosado, cafés y Tés, ponen el punto final a este día y a este estupendo sitio que no ha llegado a cuajar lo suficiente y que ha terminado con una etapa en la vida de esta pareja a la cual por ganas (muchas jornadas gastronómicas, conciertos y eventos familiares), quehacer diario y conocimiento del oficio, les tiene que ir bien sí o sí.
El precio final de la comida, cuatro adultos, María y Sofía, es de 201,50.
Hablamos con Luis y María, vemos tristes la cocina extremadamente recogida y nos intercambiamos teléfonos con la promesa de pasar por su siguiente apuesta en Zaragoza cuando nos pille de paso.
Como he dicho al comienzo, una lástima perder un fogón de este calibre, pero una alegría porque sabemos que podrán compaginar más y mejor la vida en familia en un lugar con más posibilidades.