Comida de despedida a Agustín, siempre se va en autobús y qué mejor lugar para decirle adiós que la estación.

Nos estaban esperando con una nueva tortilla cargada de cebolla, para ver cual era nuestro parecer, que fue unánime, la cebolla cuanto más mejor. Tortilla jugosa, como a mí me gusta, los ladrillos para otro, ya los sufrí con mi tía y sus tortillas de madera que había que comérselas con baqueta.

Empezamos con media de lengua y media de cecina. De la primera la mitad con pimiento y la otra tal cual. Cuando hay calidad sobran las palabras.

Nos sirvieron un aperitivo de tartar, muy bueno, montado sobre pan recién tostado de La Crujiente. Esta panadería, a mi entender, hace el mejor pan de la ciudad y eso se nota, y mucho, en una buena comida.

Para terminar lo salado unas fabes como las prepara Javi, que me tienen encandilado. Alubia superior, una cocción perfecta con un buen fondo y el compango justo, sin estridencias a morcillas de año.

Para terminar Nostalgia Pasiega, sobao caliente con tostadillo.

Según nuestro anfitrión:

Me recordaba a cuando era pequeño y los domingos mi abuela nos daba galletas Campurrianas o sobao con pico plata !! De hay viene la “ NOSTALGIA “

El Hostel siempre marcando tendencia, ¡lo que no se ocurra a Javi!

Por El Mule

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