Hemos Comido…en El Desván, con el tiempo se ha convertido en un recurso de primera mano, está cerca, el RCP es único y todo lo que hacen lo hacen bien.
Mame siempre está buscando nuevas fórmulas o elaboraciones, y esta vez nos obsequió con unas patatas con pulpo y huevo. De vicio, se acabaron demasiado rápido por lo buenas que estaban.
También sacaron un aperitivo de puding de pescado para uno de los comensales que no podía comer pulpo,
En esta ocasión compartimos dos raciones. Unos berberechos elaborados de manera similar a las almejas a la marinera, que resultaron muy buenos y muy untables.
Y unos riñones a la plancha, que cómo siempre entraban dentro de la categoría de vicio.
Uno de los comensales decidió tomar los siempre omnipresentes caricos. Algo que siempre suele haber en carta y que siempre van un paso más allá de buenísimos, estén hechos con lo que sea, incluso viudos son una delicia.
El otro comensal le atacó a un lenguado a la plancha, de buen tamaño y que le costó terminar.
Y yo terminé con unos escalopines de tudanca, acompañados de unas patatas sufladas buenísimas y de los omnipresentes pimientos de Padrón, o padrones para que rimen con hasta donde estoy yo de ellos. Los escalopines con una suave salsa de Picón y un ligero relleno, me supieron a gloria y eso que yo no soy muy de estas elaboraciones, prefiero la carne a pelo, pero como os decía al principio Mame es única en la cocina.
De postre, tarta de queso, milhojas con helado y mousse de plátano.
Y después de esta gustosa comida llegó la dolorosa, que no lo fue tanto, es más, fue muy ajustada.
Hay sitios a los que vuelvo y vuelvo, el lector podrá pensar lo que quiera, pero tiene muy fácil respuesta: vuelvo por que me gusta.