Hemos comido….en El Chiringuito del Puntal, Somo, Ribamontán al Mar.
Agosto 2012. Ya ha pasado un año desde que disfrutamos de la comida y atención que Ricardo y su equipo dan en el chiringuito del Puntal. Sabíamos que una vez resueltos algunos “problemillas” que tenía con la continuidad de la concesión, durante el invierno había realizado algunas mejoras en las instalaciones y teníamos ganas de ver como habían quedado y si estas habían repercutido en el servicio y atención prestados a los clientes.
El puente de madera, modelo de ingeniería, lo construyó su padre hace 79 años. Hoy sigue en perfecto uso solo con el mantenimiento anual que sus hijos realizan. Mucho tiempo soportando temporales de norte y de gallego y grandes suradas. Realmente es un ejemplo de estructura adaptada al uso y a las mareas.
Primero fue el servicio de lanchas y luego, hace 30 años iniciaron el negocio de hostelería, en el que ha trabajado la familia desde entonces y que hoy, con Elena, su hija y Raquel, su sobrina, creemos tiene la continuidad asegurada.
La atención, amabilidad y profesionalidad con que trabajan, tanto ellas en el comedor como el equipo de barra, sobre todo en los momentos en que la avalancha de gente desborda el local es de admirar y un valor que si siguen manteniendo les asegurará el futuro. Ricardo aquí ha sabido crear un gran equipo y tomar las riendas de cocina y servicio logrando que la máquina funcione como el motor de un barco, haciendo gala de su profesión.
Amaneció un día espectacular en Santander (salvo 10 días al comienzo de julio, el tiempo está siendo realmente bueno) así que a media mañana decidimos hacerle una visita.
A las 3:30 y después de un buen baño (El agua a 23,5º grados) subimos al chiringuito.
Los cambios realizados han sido acertados. Los baños, que tradicionalmente estaban al frente los han trasladado a la parte trasera, con lo que ahora disponen de dos comedores exteriores orientados al mar, de forma que todos los comensales pueden disfrutar de las vistas y el ambiente mientras dan cuenta de la comida.
También han reservado la zona de la barra solo para este uso y han sacado una serie de mesas al exterior con lo que se está mas cómodo y amplio si solo se quiere tomar una cerveza y una ración de quisquillas.
Ya en la mesa nos atendió Raquel. Para beber nos recomendó un Ribeiro blanco 1932, de Pazo Beite Bodegas www.pazodevieite.es, un vino, del que únicamente producen 6.666 botellas, elaborado con uvas treixadura, godello, albariño, loureira y torrontés, con un gran calidad. No lo conocíamos y realmente nos gusto.
Ya para las entradas, nos decidimos por las almejas de Pedreña (mariscadas por una de las cocineras), esta vez a la sartén. Buenísimas, bien elaboradas y con el sabor de la almeja de la bahía. Nos gustaron tanto que pedimos una segunda ración. Unas albóndigas de bonito, de primera como siempre, suaves, sabrosas, nunca fallan. Bocartes rebozados, aunque fuera ya de temporada, alguno sigue saliendo, buenos, y una buena ración de tomate fresco de Cantabria, carnoso, cortado en ruedas de buen espesor y fresco, estupendo.
De plato principal, nos decidimos por una buena pieza de rodaballo a la plancha. Era un pez grande por lo que la dificultad de su elaboración es mayor, pero todos los comensales coincidimos que estaba hecho en su punto, realmente sabroso, nos encantó y no dejamos ni la piel. La verdad es que están trabajando la plancha estupendamente.
Para el postre pedimos una ración de queso manchego, que resultó ser generosa, con el queso cortado en dedos y común punto de curación estupendo (se notan los años que Ricardo ha dedicado al comercio de alimentación) y una tarta de queso y un flan de queso ambos a nuestro gusto y bien elaborados.
En fin, después de una comida así, el café y no podíamos despedirnos si fumar un buen habano, por cierto que tiene unos cohíbas fresco traídos de cuba de primera, y tomar unos Gintonics en las mesas de la playa alternado con baños y buena tertulia. En pocos sitios se podrá disfrutar igual.
La cuenta de la comida, a 60€ por cabeza. Nos pareció razonable habida cuenta de la calidad y cantidad de lo comido y bebido.
¡Volveremos cada años mientras tengamos salud!
Por Kiki