Hemos Comido…en Marbella, me desplacé hasta este municipio malageño para comer con un amigo al que hacía más de veinte años que no veia.
Luis Antonio «La Nati», muchos años sin noticias suyas, le perdí la pista en Ibiza, pero gracias a las redes sociales, en concreto a Facebook, pude contactar con él. Así que aproveché unas vacaciones en Málaga para acercarme a Marbella y comer con él y su familia en uno de sus sitios preferidos, Divinissimo, un restaurante catalán en pleno centro de Marbella.
Después de toda la mañana pululando por Marbella me quedó una pobre impresión de la ciudad, donde la oferta gastro está enfocada en un cien por cien al turista cutre, quedando a salvo cuatro locales de toda la vida, alguno en la parte más vieja, donde quedaba claro que alternaban los locales.
Mi amigo regenta una inmobiliaria de la zona y durante bastante tiempo regentó un bar-restaurante de bastante éxito, pero tuvo que dejarlo por motivos de salud, así que conoce muy bien la oferta marbellí.
El restaurante dispone de una carta no muy extensa, centrada en especialidades de temporada, muchas de ellas de marcado acento catalán.
Después de un aperitivo bienvenida, un puré de verduras, nos presentaron pan con tomate, también típico de la cocina catalana: aceite, tomate sal y pan tostado, no se puede pedir más.
Esquilas marinadas. Resultaron uno de los descubrimientos del lugar. A mi entender son casi gambas, más que nada por el tamaño y la textura, algo más blanda pero rezumando sabor marino. El toque cítrico del marinado era ínfimo y acrecentaba la salinidad de la esquila. Por cierto, me sorprendió el nombre de «esquila», ya que habitualmente se suelen conocer como quisquillas, aunque repito que no son las mismas que conocemos en Cantabria, pero si te las ofrecen por estos lares no dudes en probarlas.
Fesolets con butifarra. La butifarra con alubias es un plato tradicional de la cocina catalana, a base de butifarra y de judías blancas, que se popularizó sobre todo en las fondas de comida casera y popular del siglo XIX. Estas venían acompañadas de un delicado ali oli y el resultado era de una suavidad increible para un plato de estas características. Alubias mantecosas y butifarra sutil, una elaboración que resulta una delicia.
Dos de los comensales comimos con Roger Goulart Brut Reserva 2016, un cava básico bastante decente, y los otros dos, uno se acompañó de un Ribera y otro optó por la cerveza.
Alcachofas con almejas. Una de mis elaboraciones fetiche, son dos sabores que no pueden ir mejor en conjunto, nunca me ha defraudado este binomio, y en un lugar donde cuidan la cocina como es este mucho menos. El resultado salta a la vista, todo un acierto de elección.
Chuletillas de chivo. En la tierra del chivo era algo que no podía faltar. Deliciosas y perfectamente fritas, unas buenas patatas y los siempre presentes pimientos tipo Padrón, que a mí me cansan hace ya mucho tiempo, el único aporte en este plato es algo de colorido.
Manitas con gamba roja. Algo que me llamó la atención en la carta, pues ya las había tomado con carabinero y me resultaron exquisitas; así que las pedí con gamba y el resultado fue el esperado, como la tónica general de toda la comida. Excelentes, unos tacos de mano deshuesadas sobre un puré de los de libro, con su toque de mantequilla y una salsa contundente; añadido a todo la frescura de una gamba y una cabeza que, embadurnada de salsa, no se la salta un gitano, que diría mi abuela. Un plato muy recomendable.
Al final comprobamos como se surtía el restaurante de producto de primera y cercanía, estaban preparando unas jornadas de setas y estas venían de los alrededores.
Un precio MÁS que bueno y ningún pero. Parece ser que los lugares con valor gastronómico se esconden o no están en primera linea de playa, pero haberlos haylos.
Pro El Mule
Avenida del Mar 3 29602 Marbella, Málaga Teléfono: 951 51 78 47