Hemos Comido en Atrium…no pude resistirme mucho tiempo sin compartir el descubrimiento con mi mujer.
Abril 2014. Y poco después de mi primera toma de contacto pasamos a tomar el menú fin de semana, pero esta vez acompañado. Ofertan un menú excepcional en todos los aspectos, tanto por el producto como por la elaboración y a un precio muy ajustado.
Mientras esperábamos la comanda, nos sirvieron un pastel de morcilla, que puede sonar a basto, pero para nada. Buenísimo, un poco de puerro y morcilla, muy bueno. En esta ocasión mi acompañante tomó de primero alcachofas confitadas. En esta ocasión el toque diferenciador resultaron ser unas tiras de cecina y creo que un último toque de plancha tras el confitado, según pudo deducir.
Yo tomé un arroz con nécoras. Media nécora acompañaba al plato y un excelente sabor a magano y marisco. Todos los ingredientos justos de punto. Un arroz meloso, jugoso y sabroso. Excelente elección, muy recomendable.
Y pasamos a los segundos. Lubina al horno acompañada de vegetales sobre patata panadera que según mi acompañante estaba exquisita.
Yo tomé de segundo maganos con pimientos y patatas chips con ali oli. Un magano de primera cocción con pimiento rojo y verde perfectos de punto. La manera tradicional de prepararlo en nuestra ciudad, pero distinto. Acompañado de un ali oli bastante suave, muy bueno. Los pimientos cortados en cuadrados a diferencia de la tradicional juliana y unas finísimas patatas chips. Una ración diez.
Y para marcar diferencias también en el postre un helado de soabo pasiego y un yogurt ecológico con fresas. Los dos de quitar el hipo.
Desde mi última visita, hace muy poco tiempo, hasta ahora nada ha cambiado. He podido comprobar que, tanto si pides un menú degustación como un menú del día, el cocinero pone toda la carne en el asador dándoles un valor «especial» a cada una de sus elaboraciones. Hay una calidad similar en todos los platos, elijas lo que elijas. Además el local es de lo más agradable y la atención esmerada.
Decididamente me voy a hacer asiduo.