Badames no es el lugar donde uno esperaría encontrarse con un restaurante como Mitami. Sin embargo, esta pequeña localidad cántabra esconde una joya gastronómica que sorprende desde el primer momento. Aunque ya había visitado el local anteriormente, esta ocasión fue especial: compartí mesa con una acompañante celíaca, que desconocía completamente el tipo de propuesta culinaria que le esperaba.

Mitami

Mitami Tamara

Mitami

Freixenet Reserva

El restaurante, que lleva abierto menos de un año, presenta un espacio moderno, cuidado y con cocina a la vista, lo que añade un componente visual muy atractivo a la experiencia. Aunque dispone de una barra desde donde se puede disfrutar del servicio en directo, optamos por una mesa en la primera planta, más tranquila y cómoda.

La comida comenzó con un aperitivo de panipuri, una elaboración típica del street food indio, servida fría, crujiente y rellena de ingredientes como patata, lenteja, cebolla y cilantro. Un bocado fresco y sorprendente.

Panipuri Mitami

Como maridaje, elegimos un Brut Nature Vintage de Freixenet, una apuesta segura que nunca decepciona.

El primer plato fuerte fue un arroz frito con tartar de langostinos y esferas de chipotle. La combinación entre el crujiente del arroz, el dulzor marino del langostino y el toque picante del chipotle resulta un bocado complejo y muy sabroso.

arroz frito con tartar de langostinos y esferas de chipotle

Como no todos los platos eran aptos para celíacos, aproveché para probar dos elaboraciones individuales: una gyoza de cerdo con mayonesa de kimchi y una croqueta de costilla con emulsión de piparra y chorizo. Ambas destacan por su intensidad de sabor, la calidad de la fritura y la armonía entre ingredientes.

gyoza de cerdo con mayonesa de kimchi

croqueta de costilla con emulsión de piparra y chorizo

Uno de los platos más aclamados de la jornada fue el de espárragos con salmorejo de fresa y corbina. La frescura del pescado y la originalidad del salmorejo de fruta aportaron equilibrio y elegancia al conjunto.

espárragos con salmorejo de fresa y corbina

Las alcachofas con trufa de verano y papada crujiente generaron opiniones mixtas: si bien la papada fue una explosión de sabor, se echó en falta un mayor protagonismo de la trufa.

alcachofas con trufa de verano y papada crujiente

alcachofas con trufa de verano y papada crujiente

El último plato salado fue uno de los más contundentes: patatas, huevos y oyocántaro, una combinación intensa, con marcado sabor a marisco, aunque algo incómoda de comer por su formato. Aun así, la recompensa sensorial bien vale el esfuerzo.

patatas, huevos y oyocántaro Mitami

patatas, huevos y oyocántaro Mitami

La experiencia concluyó con dos postres memorables: fresas al horno y melocotón asado, ambos ligeros, frescos y muy bien equilibrados en dulzor. Un final perfecto para una comida sorprendente.

fresas al horno Mitami

melocotón asado Mitami

Mitami se posiciona como un restaurante de autor que merece la pena descubrir. Su propuesta combina creatividad, respeto por el producto y un enfoque inclusivo que tiene en cuenta distintas necesidades alimentarias. Un imprescindible para los amantes de la gastronomía contemporánea que buscan nuevas experiencias en lugares inesperados.

Factura

Histórico de visitas a Mitami

Por El Mule

Mitami

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio