Crónica de una parada en Cofiño producto y respeto por la cocina tradicional

Hemos comido… en Cofiño producto y respeto por la cocina tradicional

El pasado sábado, tras una visita al Paraíso del Pas y un breve paso por San Vicente de la Barquera, decidimos aprovechar la cercanía para volver a uno de esos lugares que nunca decepcionan: Cofiño. Esta casa de comidas cántabra, ubicada en Caviedes, es conocida por su defensa del producto local y una cocina sin concesiones a la moda, donde lo importante es lo que llega al plato.

Los entrantes

anchoas de Don Bocarte

Cofiño Ruben y anchoas de Don Bocarte

Cofiño

La comida comenzó y termino en la barra, como es costumbre, con una botella de Raventós i Blanc, elaborador de referencia en el Penedès, seguido de un Sabaté i Coca, también espumoso, con mayor estructura y complejidad. Ambos vinos acompañaron con acierto los primeros bocados.

El primer envite fue un queso curado de Gomber, quesería cántabra que trabaja con leche cruda y afinados perfectos. Este queso destaca por su textura firme, sabor profundo y notas de frutos secos. Lo acompañó un lomo ibérico de bellota, cortado fino, con buena infiltración y punto de curación óptimo.

A continuación, llegaron las anchoas de Don Bocarte, una de las marcas más reconocidas por su limpieza, textura y equilibrio en sal. Se sirven junto a un aceite de oliva virgen extra, que potencia el sabor. El pan, imprescindible, se convierte en herramienta para no dejar ni una gota.

Gambas ahumadas

Los principales

Otro clásico de la casa son las gambas ahumadas. Se presentan en ración fría, con un ahumado ligero que respeta la dulzura natural del marisco. Técnica precisa: el humo no invade, solo acompaña.

Cofiño Bacalao Confitado

Cofiño Bacalao Confitado

El plato principal fue bacalao confitado. Esta técnica consiste en cocinar el pescado a baja temperatura en aceite, sin llegar a freír, lo que permite mantener la jugosidad y separar las lascas con facilidad. El punto fue impecable: carne blanca, tersa, sin exceso de sal. Un ejemplo de cómo tratar un producto sin necesidad de disfrazarlo.

Raventos y Sumaroca

Sabate i Coca

El Desenlace

Para terminar, dos quesos: uno de Las Garmillas, quesería de todos conocida y otro nuevamente de Gomber. Ambos con perfiles distintos: el primero más láctico y cremoso, el segundo más seco y profundo. Un cierre sin azúcar, pero con sabor.

Cofiño Garmillas y Gomber

Cofiño sigue siendo un ejemplo de cocina tradicional bien ejecutada. Producto local, técnicas respetuosas y una carta sin alardes innecesarios. Ideal para quienes valoran la autenticidad y el buen hacer.

Cofiño

🧭 Si buscas dónde comer en Cantabria, Cofiño merece estar en tu lista. Bacalao confitado, anchoas de Don Bocarte y quesos cántabros: tres razones para volver.

Por El Mule

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