Siempre que me hablaban de los pimientos de Isla, las mismas dos figuras se repetían en la conversación: Galo y Zubi. Sus nombres son casi sinónimo de la verdura en la zona. Pero el pasado verano, durante la última Feria del Pimiento, mi visión se amplió. Descubrí que la tradición de este manjar va mucho más allá de esos dos productores. Conocí a otros tres apasionados agricultores que, además de cultivar, han encontrado la manera de envasar este tesoro para que los «mortales» podamos disfrutarlo todo el año, un auténtico lujo para los sentidos.

La huerta cántabra El pimiento de Isla

El pimiento de Isla es un tipo de pimiento morrón dulce y grueso, con paredes que superan los 8 mm, una característica que le otorga una carnosidad y una jugosidad únicas. No es casualidad que la costa cántabra sea su cuna, ya que la salinidad del aire y el suelo de esta tierra le confieren un sabor y una textura inimitables, muy apreciados por los expertos. La certificación de calidad «Sabeanorte» avala este producto, asegurando que cada pimiento que llega a nuestra mesa es un verdadero representante de la tradición y el sabor local.

La huerta cántabra El pimiento de Isla

La historia del pimiento es un viaje fascinante que se remonta a sus orígenes en América, concretamente en las regiones de México, Bolivia y Perú. Tras la llegada de Cristóbal Colón en 1493, esta baya viajera cruzó el Atlántico para conquistar Europa, extendiéndose por todo el mundo durante el siglo XVI. Sin embargo, aunque la planta original llegó de las Américas, el pimiento que hoy conocemos como «de Isla» pertenece a una familia de bayas originaria de California. Y es precisamente desde el siglo XV que se cultiva en esta localidad de Cantabria, siguiendo unas pautas que apenas han cambiado a lo largo de los siglos.

La huerta cántabra El pimiento de Isla

La clave de su éxito radica en la propia tierra de Isla: un suelo arenoso y suelto, perfecto para el cultivo de una gran variedad de productos de la huerta, como tomates, calabacines, lechugas y, por supuesto, pimientos. Los agricultores, con el saber hacer transmitido de generación en generación, abonan la tierra de forma artesanal, creando el ambiente ideal para que la planta florezca. Y a ello se le suma la proximidad del mar, un factor que, según los expertos, es el responsable de ese grosor y ese sabor característico que hacen al pimiento de Isla tan especial.

Este pimiento es un placer en cada etapa de su vida. Cuando aún está verde, es una delicia frito, ideal para acompañar otros platos. Pero es en su madurez, cuando adquiere ese color rojo intenso y brillante, donde alcanza su máximo esplendor. Asado, ya sea a fuego directo o en el horno, su carne se vuelve tierna y dulce, un bocado que no necesita mucho más para brillar. Simplemente, hay que pelarlo con cuidado y servirlo con un chorrito de aceite de oliva virgen y unas lascas de ajo fritas. La sencillez se convierte en una experiencia gastronómica inigualable.

Otros de los productores que he conocido en esta ultima feria son :

La Huerta de Chaves 

Avda. Juan Hormaechea 20  39195  Isla 660 436 653

@lahuertadechaves 

Pimiento CAGIGAS

942 679 712 

Productos de nuestra huerta de Isla Angel Mari y Fabiola

Barrio los corales 12 Isla

680 92 14 48

Por El Mule

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