En el barrio de Carabanchel Alto se ubica este restaurante de cocina tradicional donde se come realmente bien. Los hermanos Alberto y Acisclo abrieron el restaurante en 2011 siguiendo la tradición familiar, ya que sus abuelos en los años veinte del pasado siglo ya tenían una humilde casa de comidas en el Camino Viejo de Leganés. En 1978 tomaron el relevo sus padres, convirtiéndolo en el restaurante Acisclo en la ubicación original de Leganés.
Una costumbre en Acisclo es comenzar la comida con un plato de cuchara del día, a modo de aperitivo. En el día de nuestra visita fueron una estupendas lentejas.
Comenzamos con una ensalada de corujas, esa hierbas silvestres, también llamadas pamplinas, que crecen junto a los ríos, y cada vez más frecuente en las cartas de restaurantes.
Seguimos con medio kilo de gambas a la plancha, un plato clásico del restaurante y que viene de que Alberto y Acisclo trabajaron antes de abrir su restaurante en Sala (Guadarrama), conocidísimo restaurante de la sierra madrileña famoso por sus gambas a la plancha.
Buena la ración de zamburiñas (o más bien volandeiras) a la plancha.
Seguimos el homenaje con una tremenda ración de mollejas de cordero. Sabrosísimas y en su punto de brasa.
Y como gran remate un chuletón de ternera trinchado y dos raciones de chuletillas de cordero. Todas sus carnes proceden de “La Finca” de Jiménez Barbero, explotación de vacuno madrileña.
Terminamos con un surtido de postres.
La cuenta fue de 350€ entre cuatro personas (90€ por cabeza) incluyendo dos botellas de Hacienda Monasterio (a 44€ cada una). Un precio razonable para lo bien que comimos.
Por Abraham (@Mr_Abraham)
www.andanzasgastronomicas.com
Acisclo
Av. de los Poblados, 131, 28025 Madrid
https://restauranteacisclo.es/