El Remedio, ubicado en Ruiloba, es uno de los grandes nombres de la gastronomía cántabra. Para muchos —y me incluyo— es uno de los restaurantes imprescindibles del norte. Su propuesta combina producto local, técnica, sensibilidad y un respeto absoluto por la temporalidad. Y si hay un momento para visitarlo, es ahora: ¡estamos en plena temporada del guisante lágrima!
El guisante lágrima es considerado el «caviar vegetal», una joya de la huerta que requiere recolección manual y mimo extremo. En El Remedio, Samu en ocasiones se acerca personalmente a la plantación de su padre y Hugo para seleccionar los mejores ejemplares, aunque habitualmente se encarga de la seleccion Vanesa, hija de Hugo. Despues de la selección queda servirlos en su punto óptimo de frescura.
Después de más de un año sin visitar El Remedio, regresamos con la ilusión de siempre. Comenzamos en la barra, disfrutando de unas rabas de calamar sencillamente perfectas —frescas, crujientes y sin aceiton— y una ensaladilla casera de esas que reconcilian con lo clásico. Todo maridado con una botella de Champagne Cote Brute Le Brun de Neuville (Blanc de Noirs & Blancs), que acompañó maravillosamente todo el menú.
Abrimos la comida con un bocado exquisito: boquerón entre pimientos y cebolla roja. Un plato sencillo en concepto, pero con una ejecución tan precisa que parece un homenaje a la cocina del norte.
Luego llegó el plato estrella del día: almejas de carril con guisante lágrima. La conjunción de dos productos excepcionales —mar y tierra— en su punto exacto. La textura de las almejas, perfectamente abiertas, contrasta con la dulzura crujiente del guisante fresco. Un plato que emociona.
La ensalada de vieiras fue una transición fresca y sofisticada. La vieira justo marcada a la plancha se sirve sobre un fondo verde. Refrescante, equilibrado, delicioso.
El plato que me sorprendió fue uno que, en principio, me generaba dudas: dados de atún con huevo y patata. Confieso que el atún me tiene saturado últimamente, pero esta reinterpretación fue brillante. Sabor, textura y originalidad.
Mi acompañante eligió el San Martin (Pez de San Pedro), un pescado que llegó impecablemente tratado. Yo, sin embargo, opté por una elección menos evidente: el filete ruso con trufa, montado sobre pan y acompañado de un parmentier trufado. Jugoso, sabroso y distinto. Un guiño a lo clásico con un giro gourmet.
No puedo dejar de mencionar el pan de La Crujiente. Pocas veces se le da la importancia que merece, pero aquí no es un mero acompañamiento: es parte de la experiencia.
Para terminar, un primer postre de piña, ideal para limpiar el paladar. Y después, el broche de oro: tarta de chocolate, intensa y equilibrada, de esas que dejan buen recuerdo.
El Remedio es uno de los mejores restaurantes de Cantabria por muchos motivos, pero especialmente por cómo entienden el producto local y la estacionalidad. En primavera, el guisante lágrima se convierte en protagonista, y pocas cocinas lo tratan con tanto respeto y talento.
Histórico de visitas a El Remedio
Ubicado en: Bo. Liandres, s/n, 39527, Cantabria
Teléfono: +34 942 10 78 13
Instagram: @restauranteelremedio