Aji Limón by Nelly cocina peruana con técnica y memoria

Hemos Comido… en Aji Limón by Nelly cocina peruana con técnica y memoria

En Santander, Aji Limón se ha convertido en una referencia para quienes buscan cocina peruana bien ejecutada, sin concesiones al efectismo. Al frente está Nelly, cocinera autodidacta que ha sabido incorporar técnicas precisas y recetas con historia, como los callos que aprendió de Nacho Basurto.

Patatas coreanas: doble fritura y equilibrio de sabores

Uno de los entrantes más adictivos de la casa son las patatas coreanas. Se elaboran con un corte grueso que permite una primera fritura a baja temperatura (confitado), seguida de una segunda más intensa para lograr una textura crujiente en el exterior. Se sirven con sichimi togarashi —mezcla japonesa de especias que incluye chile, sésamo y alga nori— y mayonesa japonesa, más suave y menos ácida que la tradicional. El resultado es un bocado equilibrado entre lo crujiente, lo untuoso y lo picante.

Lomo saltado: salteado rápido y jugos que mandan

El lomo saltado es uno de los platos más representativos de la cocina criolla peruana. En Aji Limón se prepara con carne de vacuno cortada en tiras, salteada brevemente para mantenerla jugosa. Se acompaña de cebolla morada y tomate, que aportan frescor y dulzor, y se sirve con arroz blanco y patatas fritas. Lo interesante aquí es cómo los jugos del salteado impregnan la guarnición, creando una mezcla de sabores que recuerda al fondo de una buena sartén.

Arroz chaufa: wok, humo y sabor

El arroz chaufa es otro clásico peruano, fruto del mestizaje con la cocina china. Se elabora al wok, con arroz cocido, huevo, verduras y salsa de soja. El secreto está en el punto de salteado: el wok debe estar muy caliente para que el arroz se tueste ligeramente y adquiera ese sabor característico, casi ahumado. En Aji Limón lo bordan, y es uno de los platos más demandados por los habituales.

Callos con historia: guiso heredado y bien ejecutado

Los callos que prepara Nelly tienen una historia detrás. Fue Nacho Basurto quien le enseñó la receta, y ella la ha mantenido con fidelidad. Se trata de un guiso de casquería con un punto picante, meloso y profundo, donde se nota el respeto por el producto y el tiempo de cocción. No hay prisas, y eso se agradece en cada cucharada.

Conclusión

Aji Limón no es solo un restaurante peruano en Santander. Es una casa donde se cocina con técnica, respeto por las recetas y atención al detalle. Desde las patatas coreanas hasta los callos, cada plato tiene algo que contar. Y nosotros, encantados de seguir escuchando.

Por El Mule

Histórico de visitas a Ají Límon

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio