En estos días, que el COIV-19 lo absorbe todo,  quiero poner cara a mis cocineras.

Cuando la mayoría de los profesionales nos vemos obligados a quedarnos en casa, tenemos héroes, profesiones que están hincando el codo como nunca nos hubiésemos imaginado, tengo compañeras cocineras que debido a sus puestos de trabajo nos están demostrando que lejos de tener la fama de muchos profesionales, nos están demostrando que son muy grandes, su dedicación al trabajo diario es de lo más arriesgado, no por la profesión en sí, pero si por la dedicación diaria, el control estricto del producto, el cocina, el servicio; también la cercanía de los clientes, en este caso internos de la residencia de ancianos donde trabaja en una Residencia de ancianos en Puente Viesgo.  Este es el caso de María José Cabrero, Mariajo en la cocina.

Floren: ¿Dónde nace María José Cabrero?

Maria Jose: En Viérnoles hace 54 años

F:          ¿Durante los estudios ¿pensaste alguna vez en ser cocinera? 

M:         La verdad no, lo de cocinera lo veía más para mi familia

F:          ¿Cómo surge tu Incursión  en la cocina profesional?

M:         Después de cerrar un negocio que tenía, y de divorciarme, tome la decisión de dar un giro y hacer lo que me gustaba

F:          Ya estás en la cocina ¿Dónde comenzaste?

M:         Los primeros pasos en Santillana en hotel con grupos de Imserso

F:          La profesión de cocina se mueve mucho, la formación, la inquietud, las mejoras de puesto ¿Cuál ha sido tu caso, o casos?

M:         Después de pasar por grupos, pase a otro restaurante en el que ya había carta y menús, cada vez que tenía oportunidad intentaba asistir a cursos para poder aprender.

F:          La cocina, la han liderado mediáticamente hombres, cómo cocinera ¿Qué opinión te merece? ¿Te has sentido alguna vez, menospreciada?

M:         Para nada, siempre que estado con hombres el trato ha sido bueno y la verdad siempre que he tenido alguna pregunta me han ayudado, solamente una mala experiencia con un cocinero un poco machista.

F:          ¿Qué tarea te gusta más hacer en la cocina, o en cuál te desenvuelves mejor?

M:         Me gusta mucho la cocina de puchero, acostumbrada a pueblo, recoger alubia, dejarla secar y berza coger después de la primera helada, como decía mi abuela

F:          Cocina de carta, de menú, de colectividades, de formación ¿con cuál de quedas?

M:         me gusta mucho la cocina de carta,  pero por circunstancias me he ido acomodando con la de residencias de mayores

F:          Hace años coincidimos en IFES de Torrelavega en un curso de cocina, tú de alumna, yo de profesor ¿Cómo ve la formación y reciclaje profesional?

M:         creo que tendría que ser de obligación un curso anual, siempre aprendes, y la gente que se mueve es la que tiene más oportunidades.

F:          Terminada la formación Como la adaptas a tu trabajo diario?

M:         siempre se sacan ideas, algunas igual piensas que no, pero al final tiras de información y apuntes.

F:          ¿En qué puesto desempeñas tu labor actualmente en la residencia?

M:         Estoy de responsable en la cocina.

F:          Cuéntame ¿cómo es un día norma en tu cocina de la residencia?

M:         a las 7.3 te pones el uniforme, y empiezas por mirar los residentes, si hay dietas astringentes, gente encantada que no come en comedor, si han derivado alguno a hospital, si salen fuera, y a partir de ahí cazuelas a fuego.

F:          ¿Cómo organizáis los menús diarios, tenéis arias ofertas o dietas?

M:         Tenemos un menú mensual,6 semanas rotativas, menú basal, dieta para diabéticos, blando, turmix, los residentes que están cognitivamente bien tienen dos menús para elegir, dos primeros, segundos y  postres, siempre incluimos un postre lácteo casero.

F:          La clientela ¿está satisfecha?

M:         uffff, normalmente si, les gusta puchero mucho, y la sal que no les puedes dar.

F:          Un método de cocción por el que te decantas.

M:         Todo lo que puedas hacer en horno, si tienes uno bueno.

F:          Dime un ingrediente que no podría faltar en tu cocina.

M:         Aceite oliva virgen extra –AOVE-

F:          Y una herramienta imprescindible.

M:         Un cuchillo que esté bien afilado

F:          Hoy, en estos momentos tan delicados por el COIV-19 ¿cómo afecta a tu trabajo diario?

M:         Muchas más estrictas las medidas de recepción de mercancía, si primero quitaba cajas de la mercancía ahora las tienes que desinfectar, te dejan mercancía en entrada, mucho más trabajo, para los mismos trabajadores

F:          Han cambiado las normas  ¿os han cambiado el protocolo de actuación o seguís con  los controles cotidianos de ACPC?

M:         Los controles son los mismos en papel, pero no en las recepciones, nos lleva más tiempo la desinfección de cajas, etc.

F:          Vuestra clientela, siendo residencia de mayores ¿están tranquilos con lo que está pasando, o ven las  cosas con más inquietud?

M:         Ellos están preocupados por sus hijos, nietos, son días ya que no les pueden ver, les llaman, hablan con ellos pero están inquietos.

F:          Y, a ti, el COIV-19 ¿te ha cambiado la manera de ver las cosas, o sigues con tu monotonía diaria?

M:         Me ha cambiado y bastante, piensas más las cosas.

F:          Volviendo a tus preferencias ¿Qué te gusta más, elaboraciones dulces o saladas?

M:         Me gusta mucho los dulces, soy golosa y lo disfruto, haciendo y comiendo

F:          ¿Qué nos recomendarías en estos momentos tan difíciles?

M:         Que nos lo tomemos en serio, que cuanto primero se hagan las cosas bien, primero estaremos con las cosas que nos gustan, y gente que queremos.

F:          Un final feliz y dulce, dame una recomendación, para en estos tiempos difíciles, puedan ser más felices.

M:         Tomarse la vida viviendo el presente, riéndose de vez en cuando de uno mismo y quererse uno mucho.

 

©Floren Bueyes

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