Hemos Comido…en Los Toneles de la mano de Erika un lugar que se reinventa continuamente.
La última ocasión fue forzada por un incidente, un indendio que obligó a cambiar la disposición del resturante y prescindir de la barra.
Su cocina se centra en un tipo de cocina cántabra compartido con la gran influencia astur, debido a la cercanía.
Comenzamos tomando un entrante de aceite de oliva con pan.
Al entrante le acompañana una tapa de chorizo a la sidra, para los no celicos, y unas alitas para los celiacos.
El otro comensal tomó una ensalada de tomate con queso de la ganadería Cudaña, del cercano municipio de Labarces.
Yo tomé unas alubias similares a una fabada. En fin, para gustos están los colores, las alubias son las típicas de fabada, pero el fondo es más de un guiso de alubia, muy buenas.
Mi acompañante tomó un pitu de caleya con patatatinas. Muy a su gusto, yo no llegué a probarlo, pero el aspecto llamaba la atención.
Yo tomé un cachopo tradicional con un buen queso de nata y cecina, acompañado también de unas patatinas artesanas. La carne del cachopo también resultó excepcional y la fritura muy buena, bien escurrida y crujiente, una ración generosa.
Los Toneles sigue como siempre, buena cocina, raciones generosas y un precio razonable.