Hemos Comido, a toda mecha en Peggy Sue’s, no fue comida, fue cena rondando la medianoche, con sueño y ganas de llegar a casa.
Con unos 50 locales en funcionamiento, las franquicias Peggy Sue’s se han convertido en la alternativa Fast Food española, sus ofertas son diferentes a las típicas de las multinacionales, tanto por apariencia como por calidad.
El lugar sigue en su universo años cincuenta, super cuidadas las instalaciones, con su decoración retro, o vintage como se conoce últimamente. Y ya va para cuatro años, con lo que nos confirma su consolidación en el mercado gastronómico. Su formula es muy simple, un Fast Food de calidad, hamburguesas frescas y de gran tamaño, perritos de calidad y elaborados de cocina propia.
De sus elaborados yo suelo tomar tres, su Personal Burguer, Personal Fries y Black Agus burguer. En esta ocasión comencé con sus Personal Fries, unas patatas fritas con salsa de queso chedar y tacos, servidas en una cestilla y no en una caja de cartón y acompañadas de salsa, algo que aporta personalidad a un plato que de otra manera, servido a la manera tradicional de otras franqucias pareceria salidad el troquel, unas agradables patatas fritas.
Y para terminar el producto Fas Food por excelencia, la hamburguesa, pero una hamburguesa distinta a lo que estamos acostumbrados en locales de similares cracterísticas, las hamburguesas son un producto fresco venido de una carnicería y no proceden de un congelador. La hamburguesa se hace en una plancha al gusto del consumidor, el pan se caliente y no es el típico de hamburguesa americana blando y también recien descongelado, es un pan a la cerveza negra con un pequeño toque de calor.
Resumiendo, una hamburguesa como debe de ser y encima te la sirven en un plato. ¡Por Dios! ¿Qué va a ser de las cajas de cartón? Las pobres se van a quedar vacías. Si cuando se quiere se puede. Una manera de acercar y desenfriar el entrono Fast Food a algo más agradable y nuestro.