El pasado 9 de Julio decidimos pasar el día por la zona de Comillas y como hace tiempo que no vamos por esos lares y quizás siendo este el motivo por el que no recordaba ni conocía un buen sitio para comer un menú casero de calidad y en precio, visite esta web para refrescarme la memoria o ver algún sitio nuevo.
En esta ocasión y una vez mas……….ufff no me sorprendieron para bien, los «profesionales» del sector en Cantabria.
Soy nacido en Santander pero mi vida profesional me ha hecho residir y viajar a multitud de Países, por lo que tengo una visión creo que amplia de la hostelería y del oficio de dar de comer a los demás, añado, me gusta comer y guisar, dejando a un lado lo de cocinero o cocinilla, simplemente se guisar, como decía mi tia.
Como me duele ver desde hace tiempo, “en mi opinión” la falta de calidad y la degradación del sector, (en vacas gordas no se notaba) debiendo ser unos de los motores de mi región y viendo que las cosas no cambian para bien, mas bien al contrario, ya no me he podido contener mas, y decidí comentar mi experiencia tras “comer” en el “Quique”.
Lo que para mi es un problema, comer mal, caro, sin servicio, atención ni atractivo, creo esta muy generalizado, pero y si me permiten antes de entrar a hablar de la comida en si misma si quiero hacer una breve referencia al sector turístico del que Comillas y su hostelería es parte.
España en general y Cantabria en particular, se ha estado mirando el ombligo desde hace mucho tiempo en casi todos los sectores productivos, en este Pais la principal industria es el turismo y reconozco que no se hace mal del todo, aunque nos queda bastante, para ser imán de un turismo de nivel económico alto, si es que alguna vez se ha pretendido. Cantabria lo pretende, apoyándose en sus paisajes y puntuales pinceladas culturales, en contraposición de su clima, su limitado reconocimiento internacional, bajo nivel de su estructura hostelera, hotelera y comercial en cuanto a diferenciación y especialización de sus servicios y ofertas, renombre e imagen internacional y por supuesto, a la carencia de un sentido profesional competitivo, atractivo y continuado en el tiempo, antítesis, a lo individual e inmediato que permita pasar la temporada con los máximos beneficios posibles.
Pese a los museos que se proyectan, los festivales estivales y demás eventos culturales, esta mi región, no puede pretender ser foco turístico de alto nivel durante la mayor parte del año con el que subsanar la crisis del sector paliar la de otros, generar puestos de trabajo estables y apoyar a determinados sectores comerciales y grupos empresariales “influyentes” y depresión en la región, sin subsanar sus carencias, empezando por reconocer dichas carencias cosa que nunca veo, y su incapacidad para querer y saber venderse en otros Países, como han sabido hacerlo destinos turísticos franceses e italianos en costa, que aun con grandes carencias son punteros en el mundo, lo siento, hay que compararse con las grandes y copiar de estos, para ser grande.
Cantabria será muy bonita, una pequeña Suiza con mar, pero ni su clima, ni la amabilidad de sus profesionales, ni la calidad y oferta de servicios que estos ofrecen están a un buen nivel, no son competitivos en precio para las calidades ofrecidas, están mas en sintonía con el clima que con la belleza de sus paisajes, la oferta de ocio, las estructuras de hostelería y hoteles, su imagen, el comercio, las edificaciones en primeras líneas de playa y montaña, todo ello no crea un aspecto ni un área de alto standing, aunque sus precios y sus profesionales pretendan decir lo contrario.
El turista que nos visita es mayoritariamente nacional, para los que el mar y la montaña ya les llena, pasan una quincena, todo les parece bien esos días y pagan, los profesionales de aquí cobran, se lo creen y……se fastidio.
Pero estos visitantes, muchos residen en las viviendas de sus familias o en los apartamentos que tienen, y su consumo es menor, creo nos debemos plantear buscar un turismo internacional donde los precios estén en consonancia con la calidad, los servicios, la imagen y renombre que se tenga, de verdad.
Precios altos, falta de imaginación, copias baratas de grandes cocinas, poca amabilidad y servicio, poco atractivo de locales como de los platos que se sirven, y carencia de espíritu, ambiente y tradiciones.
Señores hay que competir, siendo mejores, dando mas y mejor y siempre con una sonrisa.
Dicho esto el “Quique” Efectivamente menú de 15€ como el Filipinas y algunos pocos mas erguidos frente a una inmensa marea de restaurantes de entre 10€ y 12€ todos ellos prácticamente con el mismo menú.
Decido acercarme a este por lo leído en su web.
Efectivamente una muy buena ración de arroz pero…….pasado muy pasado, de segundo, unos pimientos rellenos de marisco con patatas fritas, 2 pimientos, fríos por dentro, el marisco eran unas tiras escasas de bocas de mar con una bechamel fina, las patatas fritas hechas en aceite de pescado quizás de girasol recalentado, mi pareja pidió, una de salpicón, bocas de mar, mejillones, pepinillos, gambas todos sus ingredientes estaban ya algo obscuros quiero pensar por el vinagre tipo balsámico que diera ese tono, una de “tiburón” jeje, con patatas fritas, una racion pequeña fina y quemada, las patatas ya están comentadas, los postres una tarta de queso dura y seca, el precio con el agua y el pan 30€ dos personas y pagados en mano sin cuenta……, el IVA para el dueño, ni una sola sonrisa, ni un gracias ni una pregunta de ningún tipo, este señor Quique el cual nos recomendó estos platos, creo que le da igual todo, ya vendrán otros turistas, yo voy trabajar poco y a esforzarme menos, que total, con esto vivo.
Los señores de al lado quejándose del mismo arroz, de unas raciones no muy grandes de sardinas y de un cocido que al que le gusta comer disfruta cuando le dejan la perola, cosa que aquí no sucede y por cierto, unos entremeses que mejor no comentar.
Si esto nos dieron por 15€ que no darán los demás por 10€ pensé, lo que me hace pensar que a Comillas, ir para pasear y nada mas, que pena con el potencial arquitectónico y estético de la villa para ser un destino turístico de primer nivel similar a otros en Francia o Italia.
Simplemente y por terminar, creo que se ha entrado en una dinámica de platos de diseño o de comida casera sobre valorada, ya no encuentro restaurantes donde acudía con mis padres y abuelos, comíamos de maravilla, cantidad, casero, bien guisado y mas que correcto de precio, algunos siguen, pero subidos a la parra como Casa Navarro en Pamanes, por ejemplo, pero como este muchos y los nuevos pues……..
Quizás la tontería de la clientela, de cuando éramos ricos, la avaricia, el ganar mas por menos, hayan distorsionado todo y se lo hayan hecho creer, ¿será la crisis? o que han echado al cliente de sus locales con sus políticas, pero ya no hay varios turnos para comer ni la gente espera, como en aquella España y la que todos éramos mas pobres.
Resumiendo, cantidades, servicio y precio ha desaparecido, sus propietarios o tienen mucho dinero ya o sus herederos no quieren trabajar, pero todo aquello no lo encuentro.
Sin ir mas lejos esta semana y a titulo de ejemplo fui por Somo entre semana y, sorpresa, han subido el precio del menú del día, una media de 2€, pensaran que la crisis no les afecta a sus clientes, señores, que falta de vergüenza.
Ahora mas que nunca con la crisis si quieren que la gente vuelva tienen que ponerse las pilas, dar de comer bien, en cantidad y en precio.
Por German