La parrilla es uno de nuestros recursos cercanos que visitamos habitualmente, llevo acercándome por aquí del orden de cuarenta años.
La carta ha ido evolucionando con el tiempo, pero su base, la carne se ha mantenido siempre con un elevado nivel de calidad, sus pinchos de solomillo son una delicia y muchas generaciones se han alimentado de ellos antes de iniciar las habituales escapadas de juerga nocturna, un pincho que cumple con las tres BBB.
Hoy nos hemos centrado en unos primeros que elaboran como nadie, los pimientos asados y los champiñones a la brasa, deliciosos y nunca defraudan.
Existe una elaboración muy viejuna que en casa nos sigue gustando, las gambas al ajillo, que en esta ocasión eran langostinos y como tal figuran en la carta.
Para terminar solomillo de ibérico con patatas y pimientos, el mismo con el que se elaboran los pinchos que anteriormente mencionábamos.
De postre tarta de queso (siempre pido aquí lo mismo) y fresas.