Hemos Comido…en Barcenacionesen El Puchero, que ha cambiado de mamos.
Llevaba varios años esperando este momento, que Irene, Marta, Fran y Fernando se decidieran a abrir un lugar donde volcar todo su entusiasmo y formación gastronómica. Al final todo llega y el lugar agraciado ha sido El Pucheru Cuatro Almas, en Barcenaciones.
El sitio goza de variopintos entresijos, centrados en un buen comedor con apertura al exterior, una terraza de grandes dimensiones, un privado y otro comedor no tan grande como el primero, pero generoso. Hay una bodega que van surtiendo poco a poco. Todo lo anterior encuadrado en una casona típica de la zona.
Comenzamos disfrutando en la barra, donde Los Peralos animaban con un nutrido repertorio de música tradicional cántabra en torno a la caracola y el tambor.
De aquí, con la botella en la mano, nos dirigimos a la mesa que teníamos reservada, no sin antes haber degustado unas tapas de aceitunas y un hummus de alubia pinta.
Una vez sentados comenzamos con un delicioso y sorprendente vitello tonnato de lengua, alegrado con unas notas de AOVE y pimiento crudo. Así, de buenas a primeras, empezamos a apreciar que dentro de la cocina clásica que se practica en el lugar hay diferencias respecto a la mayoría de las cartas de la zona.
Continuamos con un revuelto de rebozuelos. Es algo que no suelo pedir, pero me lo recomendaron y la verdad es que resultó un acierto. Exuberantes las setas, frescas, recién recolectadas.
Para comprobar que la tradición continua, y que las alubias son unos de los puntos fuertes del lugar, tomamos media ración cada uno de fabes. Yo con venado y mi acompañante con ibérico. Quedó patente que la tradición tiene continuidad en los clásicos guisos del día, de los que llevan haciendo gala al menos un par de generaciones.
El siguiente de la lista fue una costilla como pocas he probado. De cerdo, a baja temperatura, con miel, mostaza y tomillo, pero que nadie se llame a engaños, impera el sabor de una carne que se deshace, está jugosa y tostada en el exterior. Te lo sirven y lo flambean, lo cual para mí es otro aliciente.
Los postres también son muy recomendables, me dejó encantado el brownie y el helado de maracuyá.