Hemos Comido…en Atrium, cada vez que vuelvo a este lugar descubro alguna elaboración que me llama la atención.
Septiembre 2014. Nos acercamos a tomar un menú fin de semana. Un menú de muy buen precio con elaboraciones diferentes aunque los platos lleven nombres tradicionales. El sitio sigue como lo dejamos la última vez, un cuidado comedor con diferentes apartados.
Y como siempre una perfecta atención por parte del servicio. El menú dispone de cuatro primeros y cuatro segundos, con la premisa de la calidad grabada a fuego. La realidad es que lo más dificil es elegir entre la oferta, si por mi fuera lo probaría todo.
La oferta de la carta va en la misma línea que el menú, elaborados de gran calidad y poco habituales aun cuando los nombres resulten tradicionales, un restaurante que apuesta por la innovación en sus platos sin renunciar a la máxima calidad.
Su chef, Mario Mediavilla, ha pasado por algunos de los mejores restaurantes de este país, y unido a su afán por introducir ingredientes internacionales, hacen que poco a poco Atrium se vaya consolidando como uno de los restaurantes de referencia en cocina creativa de Santander.
Comenzamos con un aperitivo previo al menú, un pastel de pescado jugoso, acompañado de pan tostato, ali oli y algas. Un buen comienzo.
Mi acompañante tomó una ensalada de salmón. Estaba ahumado y marinado en el restaurate. El conjunto le pareció excelente, una de las razones porque la ensalada era algo hecho en el momento y no algo salido de una bolsa, y el salmon también excelente, recomendable segun su criterio.
Yo tome fideua negra. Una pasta sorprendente en principio por el sabor, la pasta era de color verde (espinaca) y estaba coronada por un suave ali oli y un pequeño huevo de codorniz. Un conjunto delicioso, un primero diferente y sabroso, recomendable.
De segundo mi acompañante tomó cabracho acompañado de verduritas. Nunca había probado el cabaracho de esta manera, con un toque de plancha y terminado al horno. Le sedujo por completo. Las verduras también perfectas, al dente. Quedó encantada con este plato.
Por último tomé un guiso de los de antes, pero con una aspecto poco habitual, un cordero al chilindrón. El chilindrón es una preparación en forma de salsa muy típica de la parte nororiental de la cocina de la península ibérica Aragón y Navarra. Su empleo da lugar a platos con la denominación añadida: al chilindrón. Siendo los más habituales: el cordero al chilindrón y el pollo al chilindrón. Se suele elaborar con hortalizas de color rojo como son el tomate y el pimiento.
Una carne jugosa de cordero con una salsa increible, no mucha pero de un excelente sabor, acompañado de unas patatas fritas finísimas y vaporosas. Fue el descubrimiento del día y podría ser el mejor guiso de este año, me encantó.
De postre una típica y rica tarta de queso acompañada de frutos rojos y mi acompañante terminó con piña.
El servicio, como siempre que acudimos, estuvo pendiente y deseando agradar, el precio muy ajustado.
Por El Mule