Asubio, refugio, no hay semana que no busquemos refugio en este asubio gastronómico, si cada vez que nos acercamos lo pasáramos a un artículo este blog sería prácticamente monotemático.
Muchas razones influyen en esta decisión, pero la más básica es su oferta gastronómica, una oferta como pocas, caracterizada por algo muy importante: su chef y dueño Nacho Basurto; aparte de su conocimiento, es un tragón, si lo que hace no le gusta no sale de la cocina.
Después de mucho años coincidiendo con él su cocina es el resultado de una formación como pocas, una dilatada experiencia, un amor desbordado por la gastronomía y por el producto de la tierra, acompañado de unas grandes dosis de tradición y, por supuesto, de su gusto por el comercio y también por el bebercio.
Sus pinchos son famosos, elaboraciones de calidad y en muchos casos raciones, tapas o pinchos, con la posibilidad de decidir tú el tamaño de lo que vas a comer dependiendo de tus ganas.
Otra variable a tener en cuanta es el personal de barra, siempre dispuesto, muy bien formado y con ganas de agradar, en más de una ocasión he visto atender toda la barra a Andrea pues se encontraba sola y nunca se le borra la sonrisa con la que habitualmente despacha.
Parejo a la oferta de pinchos y raciones hay una buena oferta de vinos por copas, es uno de los sitios donde puedes tomar cava por copas y la carta de tintos y blancos es extensa.
Las alcachofas confitadas sobre salsa de ajos es algo que, cuando tienen, no te lo puedes perder.
El queso tipo gamoneu de Tres Valles Pasiegos aderezado o quizás podríamos decir que afinado por Nacho es una auténtica pasada.
Los garbanzos con chicharro, ganadores del último Concurso Regional de Guisos son para descubrirse.
Otro ganador, del Concurso Regional de Tortillas, la Tortilla Creativa de patatas y bacalao deco, para chuparse los dedos.
Costilla de ibérico a baja temperatura. La ración se presenta sobre una base de puré de patata con un leve toque de mantequilla y una reducción del jugo de la cocción. Carne jugosa que de deshace, divina.
Guisantes lágrima, los primeros guisantes lágrima del 2017, inolvidables.
El kebab de chicharro es sublime, delicioso, algo buenísimo, con una salsa de curri también buenísima, un maridaje de sabores como ningún otro pincho de los que he probado.
Salmorejo con sardina ahumada, un toque de aceite crudo de oliva virgen, un poco de huevo y jamón. Delicioso, fresquito, tradicional, no cántabro pero con el toque de nuestra sardina.
Unas patatas bravas acompañadas de una mayonesa en la base y una salsa pasteurizada y diseñada por Nacho que utilizan en el más famoso bar de tapas de nuestro país: Estado Puro, las tapas de Paco Roncero. El resultado es genial, sabroso y un poco picante, lo que son unas patatas bravas distintas.
Una carne de vacuno especial, vaca adulta de cuatro partos que se dice por estas tierras a la que se seca (deja de producir leche) para que recupere volumen y se le infiltre grasa entre los músculos, a esto se le añade una maduración de unos cuarenta días y el resultado es una carne infiltrada y jugosa con gran sabor y con el mismo corte que el secreto ibérico.
Los callos de Nacho son religión, dentro del ranking mundial de callos ocupan el número uno. Son una receta de su madre.
Culán de patata y setas con rúcula, queso y trufa. Algo inolvidable, una suerte de sabores perféctamente orquestados. Jugosa, sabrosa y deliciosa.
Y aquí os dejo al tragón comiendo.
Por El Mule